Entrar Via

Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 25

¡No querrá pasar la noche conmigo! ¿Acaso Samanta no lo dejó satisfecho hoy?

Ya habían ido a un hotel, ¿entonces para qué venir a molestarme otra vez?

—Ya me acostumbré a dormir sola, no hay necesidad de compartir cama —Micaela frunció el ceño, dejando clara la repulsión que sentía en ese instante.

Gaspar la miró con una expresión seria y un brillo sombrío en los ojos.

—Hoy es ocho —le soltó, cortante.

Apenas terminó de hablar, apoyó la mano sobre la pared, y el cuarto quedó sumido en penumbra.

Micaela sintió cómo el aire se le atascaba en el pecho.

—Gaspar, vete a tu cuarto, yo no quiero...

De pronto, una mano grande emergió de la oscuridad y le sujetó la muñeca con fuerza. En su intento por zafarse, Micaela terminó en los brazos de Gaspar. Incluso en esa luz escasa, podía distinguir la dureza de su mirada.

Intentó levantarse, pero el brazo de Gaspar la rodeó por la cintura, sujetándola sin dejarle escapatoria.

—Suéltame —exclamó Micaela, ya roja de coraje y vergüenza.

—¿Estuviste bebiendo? —le soltó él, de inmediato.

Solo había tomado media copa, y ya habían pasado dos horas, pero aun así este tipo se dio cuenta.

Micaela apartó la mirada, sin contestar.

Gaspar le tomó la cara entre los dedos y se inclinó para besarla.

Ella reaccionó cubriéndose la boca con la mano y girando la cabeza, esquivando el acercamiento sin dudarlo.

Eso pareció encender la furia de Gaspar, quien de un movimiento la hizo quedar bajo su cuerpo, sujetándole las muñecas sobre la cabeza con firmeza.

Micaela recordó que justo estaba en sus días, así que optó por cerrar los ojos y dejar de luchar. Sin embargo, Gaspar se detuvo de repente, como si se le hubiera ido todo el interés.

En la penumbra, él soltó con tono indiferente:

—Ni creas que voy a rogarte por esto.

Micaela respiró aliviada. Mejor, que ni se le ocurriera.

Aunque le rogara, jamás aceptaría.

...

La mañana siguiente, Micaela estaba desayunando cuando sonó el celular. Era Joaquín, que sonaba apurado.

—Mica, ¿tienes un momento? Este miércoles tenemos una reunión con inversionistas y necesitamos que tú des el discurso.

—Está bien, me voy a preparar con anticipación —respondió ella, sin dudar.

—¿No te da nervios? —preguntó Joaquín, genuinamente preocupado.

La propuesta de análisis experimental que Micaela había hecho los dejó a todos boquiabiertos, y por eso querían que ella misma subiera al escenario, aunque Joaquín sabía que no tenía experiencia en eso.

—No te preocupes, lo haré bien —aseguró Micaela, con confianza.

—Después de dejar la universidad, no abandoné mi carrera. Mi papá me dejó muchos libros y estudié por mi cuenta.

—Eso está muy bien. No todo el talento sale de las aulas. Siendo hija del Sr. Kevin, claro que eres brillante —la elogió Joaquín.

Tras irse Joaquín, Ramiro le preguntó:

—Mica, ¿por qué no mencionaste tus logros en el laboratorio de Isla Serena?

—La verdad, no terminé la universidad allá, no tengo título, así que mejor no decir nada —respondió ella, sin darle importancia.

Ramiro también había leído el discurso y sabía que sorprendería a todos.

Micaela pensó en preguntarle a Joaquín qué empresas asistirían, pero enseguida lo vio ocupado. Así que salió a caminar por el parque con Ramiro, platicando sobre el nuevo laboratorio, mientras veían llegar a varios empresarios por la entrada principal.

Justo cuando iba a tomar agua, Micaela se tensó al ver a un grupo de diez personas salir del estacionamiento, todos de traje. Pero lo que la puso nerviosa fue ver a Gaspar en el centro del grupo.

Allí, su esposo, erguido, de porte elegante, irradiando una calma imperturbable, mientras platicaba con los demás, aunque su expresión seguía siendo distante.

Sin pensarlo, Micaela se escondió detrás de Ramiro.

Ramiro, al notar la escena, entrecerró los ojos y le dijo en voz baja:

—Ya puedes salir, se fue para el salón.

Micaela quedó mirando hacia donde Gaspar desapareció, sumida en sus pensamientos.

—¿Qué pasa? ¿Tu esposo no sabe que participas en este proyecto? —le soltó Ramiro, sorprendido.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divorciada: Su Revolución Científica