—Papá —Pilar corrió feliz y se lanzó al abrazo de Gaspar.
Gaspar llevaba un regalo en la mano—. Esto es para mi princesita —dijo, entregándoselo.
Pilar abrazó el juguete con alegría y volteó hacia Micaela—. ¡Mamá, hoy recibí dos regalos! Además del que me dio el señor Ramiro, también el de papá.
Luego, repitió emocionada mirando a Gaspar—. ¡Papá, el señor Ramiro también me compró un regalo!
Los ojos de Gaspar se oscurecieron apenas un instante—. ¿Ah, sí?
Micaela estaba de pie en el escalón, la luz de la luna dibujaba su figura delgada y una calma casi etérea la rodeaba.
Gaspar sabía que era hora de irse. Se inclinó hacia su hija—. Tengo que hacer unas cosas, mi amor. Tú y mamá vayan a dormir temprano, ¿sí?
—Pero quiero que te quedes conmigo, papá —Pilar soltó el regalo y abrazó con fuerza la pierna de Gaspar.
—Pilar, ¿quieres que mamá te ayude a abrir los regalos? —intervino Micaela.
Apenas oyó eso, los ojos de Pilar brillaron. Soltó la pierna de su papá y giró—. ¡Adiós, papá! ¡Voy a abrir los regalos con mamá!
Gaspar se quedó un poco sorprendido y, al ver que su hija ya no pensaba más en él, sino en los regalos, solo pudo sonreír con resignación—. Está bien, vayan.
Micaela acompañó a Pilar a abrir los regalos y, después de un rato, la ayudó a dormirse.
...
Al día siguiente, al llevar a Pilar a la escuela, Micaela se encontró con Jacobo. Hacía días que no se veían, pero Jacobo entendía que ella siempre andaba de un lado a otro. Incluso invitarla a comer era casi misión imposible.
—¿Cómo va todo en el trabajo? ¿Sigues igual de ocupada?
—Sí, tengo varios proyectos de investigación al mismo tiempo. No paro —respondió Micaela con sinceridad.
Jacobo sonrió—. Bueno, cuando puedas, vamos a comer algo juntos.
—Claro, yo te aviso —dijo Micaela, devolviéndole la sonrisa.
Jacobo la despidió con la mirada hasta que el carro de Micaela se perdió en la esquina. Solo entonces volvió en sí. En ese momento, su celular vibró. Era del hospital; su papá había estado internado la semana pasada. Ahora, parecía que tendría que hacerse cargo por completo de la empresa familiar.
Los días se le iban entre la empresa y los asuntos de la casa.
...
En el laboratorio, Micaela le informó a Zaira que estaría dos meses en InnovaCiencia Global.
Zaira se sorprendió—. ¿No que Gaspar andaba presionando por los avances de tus proyectos? ¿Por qué te mandan ahora a InnovaCiencia Global?
—Resulta que InnovaCiencia Global cerró un acuerdo con los militares y necesitan que vaya a darles soporte esos dos meses —explicó Micaela.
Zaira asintió—. Bueno, entonces haré que Tadeo se haga cargo de tu proyecto. Quizá el avance sea más lento, pero no podemos detenernos por completo.
—Perfecto. Yo estaré revisando los datos cuando pueda —aseguró Micaela.
Micaela empacó algunas cosas personales y se fue a instalar a InnovaCiencia Global. Le asignaron una oficina amplia y luminosa.
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