Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 386

Lara soltó una risa burlona, sin perder la oportunidad de lanzar otro ataque.

—Por más bonito que suene en teoría, siempre hay que probarlo en la práctica. ¿Y si las pruebas en animales fallan...?

Micaela la miró directo a los ojos, sin amedrentarse ante su tono desdeñoso.

—Confío en que los datos no mienten —replicó, firme.

Leónidas también intervino, apoyando con calma.

—Ahora vamos a mostrar una simulación y después, con apoyo del ejército, veremos cómo funcionan nuestros nanorobots en la práctica.

Lanzó una mirada al rincón donde estaba la cámara, esbozando una sonrisa.

—Tengan fe, todos. Este es el proyecto más avanzado de InnovaCiencia Global; no vamos a fallar.

Aquella mirada no era casual. Leónidas sabía que alguien más estaba siguiendo la reunión: Gaspar.

Él, desde su oficina, con las cortinas cerradas, tenía en la pantalla la proyección de la sala de reuniones. Cada palabra segura de Micaela retumbaba en la tranquilidad de su despacho.

Sobre todo, le llamaba la atención cómo le brillaban los ojos al explicar, la seguridad natural que emanaba de ella al hablar de su teoría.

Micaela, así de apasionada, resultaba imposible de ignorar.

Una sonrisa apenas perceptible se dibujó en los labios de Gaspar. Al ver que la reunión terminaba, apagó el proyector y se encaminó a su propia sala de juntas.

...

Cuando la junta terminó, Leónidas detuvo a Lara.

—Lara, ven a mi oficina, por favor.

Siempre cordial, Leónidas la miró con seriedad.

—¿Sabías que Gaspar también estuvo viendo la reunión? Cuando se trata de nuestro avance más importante, hay que cuidar lo que decimos. No hace falta minar la confianza del equipo.

El color se le fue del rostro a Lara; no esperaba que Gaspar estuviera al tanto de todo.

—De ahora en adelante, en las reuniones relevantes, aunque Gaspar no esté presente, desde la sede va a seguir todo. Y, especialmente, no cuestiones el trabajo de Micaela frente a todos. Si estamos aquí, es gracias a su teoría.

Lara levantó la barbilla, defensiva.

—Solo hice un cuestionamiento científico razonable. Así es como avanza la investigación, ¿o no?

Leónidas suspiró, llevándose la mano a la frente.

—No te engañes. Se nota que es algo personal contra Micaela.

Lara apretó el borde de su camisa, incómoda.

—Solo me preocupa el riesgo del proyecto. Si algo sale mal, la empresa perderá muchísimo.

—No te preocupes por eso. Gaspar se encarga de los riesgos y las pérdidas. Ahora sal, por favor —le dijo mientras le hacía un gesto para que se fuera.

Lara salió con expresión contrariada. Por mucho que le costara admitirlo, la teoría de Micaela era revolucionaria. Eso la llenaba de envidia... y de miedo.

Si el proyecto triunfaba, Micaela podría superar incluso la fama de su propio padre, volviéndose una referencia indiscutible en el campo de nanorobots médicos e inteligencia artificial.

Su teoría, en pocas palabras, valía una fortuna.

...

Micaela regresó a su oficina, tomó una taza de café y entrecerró los ojos.

Vaya ironía.

Capítulo 386 1

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