Entrar Via

Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 504

—Parece que Gaspar está metido en un lío.

Micaela se quedó sorprendida y abrió el enlace para ver de qué se trataba. El titular decía: [El Grupo Ruiz ayuda al Grupo Báez a salir a bolsa, sospechan que hay sobornos a los reguladores].

Micaela frunció el ceño y solo pudo pensar que Gaspar se lo tenía bien merecido.

[¿Puedo decir que se lo merece?] Emilia le mandó un mensaje.

Micaela respondió sin dudar: [No estás diciendo nada que no sea cierto].

—La reputación de Néstor Báez en el mundo de los negocios ya está por los suelos, y aun así Gaspar se empeña en ayudarlo a salir a bolsa. Es como echarle leña al fuego. Ahora que lo arrastraron al fango, quiero ver cómo se las arregla —comentó Emilia.

Micaela terminó de leer la noticia con atención. Era obvio que algunos medios estaban aprovechando los trapos sucios del pasado de la empresa de Néstor para atacar a Gaspar.

Seguramente era algún rival de Gaspar que había encontrado la manera de perjudicarlo. Pero eso no tenía nada que ver con ella y, para ser sincera, tampoco le interesaba.

...

En la sala de juntas del último piso del Grupo Ruiz, reinaba una tensión densa. Más de veinte directivos estaban sentados con la espalda recta, mientras en la pantalla se sucedían noticias negativas de todos los medios importantes.

—Señor Gaspar, la acción ya cayó siete puntos. Tenemos que sacar un comunicado de inmediato y desmentir esas acusaciones falsas —sugirió uno de los ejecutivos.

—Yo pienso que deberíamos retirar la inversión del Grupo Báez y dejar de meternos en esos problemas —propuso otro.

Gaspar golpeó suavemente la mesa con los dedos largos y cuidados, y el silencio se apoderó de la sala.

—No hace falta —respondió con una calma que helaba la sangre—. Avísenle al departamento legal que demanden a los medios que empezaron con estos rumores.

—¿Y el tema de la opinión pública...?

Gaspar entrecerró los ojos y dictó:

—No vamos a reaccionar. Que se enfríe solo.

Todos entendieron que Gaspar pensaba defender al Grupo Báez a toda costa en esta crisis.

—Señor Gaspar, ¿no cree que seguir ligados al Grupo Báez en este momento podría...?

La mirada de Gaspar se volvió dura y cortante, y fulminó al gerente de proyectos que acababa de hablar.

—¿Hay algún problema?

—Mañana a las diez de la mañana, conferencia conjunta —soltó Gaspar al levantarse y salir de la sala.

...

—Señorita Micaela, hay algo que no sé si deba decirle —la voz de Franco sonaba dudosa.

—¿Es sobre el trabajo? —preguntó Micaela, intrigada.

—No, es que la señorita Samanta reservó una suite presidencial en el Gran Hotel Alhambra a las tres de la tarde.

Micaela arrugó el entrecejo.

—Eso no es asunto mío, no tenías por qué decírmelo.

Pero Franco no había terminado. Tras unos segundos de silencio, continuó:

—Hace un rato, el señor Gaspar entró a la habitación de la señorita Samanta...

Por dentro, Micaela soltó una risa amarga. Así que Gaspar, apenas resolvió la crisis del Grupo Báez, fue corriendo a recibir el premio de Samanta, ¿eh? Y encima lo hicieron en el Gran Hotel Alhambra, ¿de verdad era para molestarla a ella?

—Franco, de ahora en adelante, solo infórmame de cosas del trabajo. Todo lo demás, déjalo pasar —le cortó el tema, con una voz firme y seria.

Del otro lado, Franco se rio, algo incómodo.

—Perdón, señorita Micaela, me metí donde no debía.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Divorciada: Su Revolución Científica