Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 539

Gaspar la había hecho quedarse solo para decirle esas cosas. Cuando Micaela terminó de guardar sus papeles, salió del despacho. Gaspar, viendo cómo se alejaba, pensó en la próxima presentación de Pilar y no pudo evitar que en su mirada se asomara un orgullo profundo, ese que solo siente un padre.

...

El día siguiente era sábado, el día en que Pilar subiría al escenario para competir. Micaela, inquieta, se había encargado de investigar la lista de jueces. El canal de televisión le había pasado los nombres y, al no ver a Samanta entre ellos, Micaela sintió cómo se le quitaba un peso de encima.

No quería que su hija volviera a cruzarse con ella. Aunque pudiera contarle la verdad sobre Samanta, que era la tercera en discordia en la vida de su papá, eso no cambiaría nada.

Esa noche, Micaela platicó con Pilar para prepararla mentalmente. Viendo el brillo ilusionado en los ojos de su hija, sin ni una pizca de nerviosismo, Micaela también se sintió un poco más tranquila.

El sábado, muy temprano.

El backstage del estudio de televisión estaba lleno de familias y niños. Micaela acompañaba a Pilar mientras esperaban su turno. Para esta ocasión, Micaela había elegido un vestido espectacular de la tienda más exclusiva. Pilar, de por sí linda, vestida con esa falda blanca de tul, parecía una princesa. Su cabello largo y brillante, atado con un moño de mariposa, la hacía ver aún más adorable.

Pilar dio una vuelta y preguntó, ilusionada:

—Mamá, ¿me veo bien?

—Te ves preciosa —le dijo Micaela, acariciándole la cabeza con ternura—. Cuando subas, no te pongas nerviosa. Solo toca como lo practicaste.

Pilar asintió con fuerza.

—Mamá, no te preocupes, me va a salir bien —dijo animada, luego preguntó, con los ojos llenos de esperanza—. ¿De verdad va a venir mi papá?

Micaela asintió.

—Él dijo que vendría.

Los ojitos de Pilar brillaron aún más.

—Viviana también va a venir a verme.

Eso no sorprendió a Micaela. Muchos papás de sus alumnos habían llevado a sus hijos para ver la competencia.

En ese momento, dos mamás conversaban cerca de ellas. Una de ellas recibió una llamada y de pronto exclamó:

—Acabo de preguntar y parece que hubo un cambio en los jueces. Agregaron a alguien más...

Justo entonces, un miembro del staff entró para anunciar:

—Niños, prepárense, la competencia inicia en cinco minutos.

La señora no alcanzó a terminar su comentario y fue corriendo a animar a su hijo. Micaela se agachó para tomar las manos de Pilar y darle ánimos.

Ya en el set, las luces brillaban con fuerza.

Cuatro niños terminaron de tocar en un abrir y cerrar de ojos. Pilar era la quinta. Micaela vio cómo su hija seguía al productor, así que salió rápido del backstage y buscó su asiento en el público. Apenas se sentó y se preparaba para tomar un poco de agua, lo vio.