Micaela estaba conversando con Nico, ambos completamente absortos en su plática.
Steve terminó de hablar con Samanta, luego se giró hacia Micaela y se despidió con cortesía.
Samanta, alcanzando a notar por el rabillo del ojo que Lionel la observaba, se sirvió otra copa de champán y se acercó a él. Al verla, Jacobo se apartó discretamente.
Lionel la miró, notando la copa en su mano, y le recordó con voz suave:
—¿No que no podías tomar nada con alcohol?
Samanta soltó una risita resignada.
—En un evento así, no brindar ni siquiera con champán es demasiado aburrido. Solo tomaré un sorbo.
Dicho eso, llevó la copa a los labios y bebió apenas un poco. Mirando las burbujas, suspiró:
—Tirar una copa entera por solo un trago, se siente como un desperdicio.
—Entonces no la tires, dámela a mí —respondió Lionel, extendiendo la mano. Samanta alzó una ceja.
—¿No te da asco?
Lionel le dirigió una mirada resignada.
—¿Tú qué crees?
Eso hizo reír a Samanta, quien le entregó la copa. Lionel, sin ningún reparo, terminó la mitad de lo que quedaba.
Mientras tanto, Micaela y Nico seguían discutiendo el nombre para un laboratorio. Nico le confesó que siempre le había gustado el río Rin, así que lo nombró Laboratorio Rin.
Micaela sonreía cuando Steve se le acercó con una sonrisa amable.
—Dra. Micaela, ¿me permite unos minutos para platicar en privado?
Nico la miró con complicidad.
—Seguimos platicando después.
Steve esperó a que la gente se dispersara y, ya a solas, se mostró sincero.
—Dra. Micaela, tengo entendido que su papá fue pionero en investigación genética. Justo ese será el próximo enfoque de AstroTec Innovación.
Micaela captó que Steve seguía intentando reclutarla, así que le respondió con una sonrisa tranquila.
—Agradezco mucho que me tome en cuenta, Steve, pero ahora mismo mi proyecto sigue en una etapa muy inicial...
Steve la interrumpió de golpe:
—Escuché que usted fue esposa del señor Gaspar. ¿Ya se divorciaron?
Micaela frunció el ceño unos segundos, pero respondió sin titubear.
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