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Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 79

Micaela no se imaginó que después de irse, sería Lara quien ocuparía su lugar para la entrevista.

Después de ver toda la entrevista, salió al patio a jugar a la pelota con los niños.

Por la noche, Micaela invitó de nuevo a Viviana a cenar en casa. A las ocho y media, Jacobo llegó a recogerla, también con regalos en la mano. Los dos pequeños se despidieron emocionados, cada uno llevando su obsequio.

Más tarde, Micaela bañó a su hija y, tras contarle un cuento, ambas se quedaron dormidas antes de las diez. El cansancio le cerró los ojos en cuanto Pilar se durmió.

...

En el hospital, Samanta marcó el número de Lara. Su voz sonó animada al felicitarla:

—Lara, acabo de ver tu entrevista. No sabía que el nuevo medicamento lo desarrollaron en tu laboratorio. ¡Qué impresionante!

Del otro lado, Lara respondió:

—No fue mérito mío, el doctor Ramiro fue quien hizo el mayor trabajo.

—Justo eso quería decirte. El doctor Ramiro es un buen tipo, deberías aprovechar la oportunidad —añadió Samanta con tono cómplice.

—La verdad, sí es una persona sobresaliente —Lara no ocultó su interés por Ramiro.

A Samanta le vino a la mente Micaela. Recordó aquella vez que Ramiro y Micaela platicaron tan a gusto en el extranjero. Así que le soltó a Lara:

—Cuando una chica se interesa en un hombre, es más sencillo de lo que parece. Tú tienes lo tuyo y además eres guapa, seguro puedes conquistarlo.

Pensó que, en vez de que ese hombre tan destacado terminara con Micaela, mejor que su propia hermana se lo ganara.

—Escuché que Gaspar todavía no se ha divorciado, así que no te vayas a enredar con él, no queremos pasar vergüenza.

—Tranquila, eso no va a pasar —contestó Samanta con una sonrisa llena de confianza.

Al terminar la llamada, Samanta marcó ahora el número de Gaspar.

—¿Bueno? —contestó Gaspar.

—Gaspar, estos días has estado muy ocupado, descansa un poco.

...

Al día siguiente, Micaela llevó a su hija a la escuela. Apenas bajaron del carro, la maestra se acercó con paso apresurado para avisarle sobre el asunto de Hugo, el niño que se retiró de la escuela.

Micaela le regaló una sonrisa tranquila:

—Le encargo mucho a Pilar, cualquier cosa, por favor me avisa.

—No se preocupe, señora. No vamos a permitir que algo así vuelva a ocurrir —aseguró la maestra, quien ya había visto el poder y la influencia que tenía el papá de Pilar.

Después, Micaela condujo hasta el edificio del laboratorio. Apenas entró al vestíbulo, se dirigió directo al baño. Mientras estaba en uno de los cubículos, escuchó la voz de dos chicas que acababan de entrar.

—Lara sí que luce bien en cámara, anoche vi su entrevista y parecía toda una celebridad. Con ese rostro tan delicado y esa piel tan clara, hizo quedar muy bien a nuestro laboratorio.

—Ella y el doctor Ramiro hacen muy buena pareja, ¿no crees? Hasta parecen novios. ¿No será que traen algo entre manos?

—Oye, ¿pero no decían que era Micaela la que estaba detrás del desarrollo del medicamento? ¿Por qué entonces fue Lara quien salió en la entrevista?

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