El Arrepentimiento Llega Tarde romance Capítulo 102

Leia El Arrepentimiento Llega Tarde Capítulo 102 - o melhor mangá de 2020

Das histórias de Internet que li, talvez a mais impressionante seja El Arrepentimiento Llega Tarde. A história é boa demais, me deixando com muitas expectativas. Atualmente, o mangá foi traduzido para Capítulo 102 . Vamos agora ler a história El Arrepentimiento Llega Tarde do autor Internet aqui.

El archivo de Grupo Fortaleza era muy grande, tenía aproximadamente trescientos metros cuadrados.

Lorena sostenía una escoba. Al principio pensó que le tomaría mucho tiempo limpiar, pero al entrar se dio cuenta de que allí había personal asignado a la limpieza todos los días. Estaba impecable, sin una sola mota de polvo, así que en realidad no había mucho que hacer.

Tomó un libro al azar, se lo colocó sobre la mejilla y se recostó para dormir, aprovechando la ocasión para holgazanear.

No sabía cuánto tiempo había pasado cuando alguien le quitó el libro de la cara.

Abrió los ojos aún somnolienta, y al levantar la vista, vio a Pedro. El susto hizo que se le erizara toda la piel.

Pedro sostenía el libro por la portada, lo miró de reojo y leyó con su voz grave y magnética: —¿Los días conviviendo con el jefe?

¡Qué raro!

¡¿Cómo había llegado eso al archivo?! Ella solo había querido usar un libro para bloquear un poco la luz, ¡ni siquiera se había percatado del título!

Probablemente era algo que alguien del personal de limpieza había dejado por accidente.

Las mejillas de Lorena se sonrojaron al instante, sintió un hormigueo en el cuero cabelludo y se apresuró a explicar.

—Es de otra persona.

La puerta del archivo estaba cerrada. Pedro, que en ese momento se había levantado de la silla de ruedas, estaba ahora a su lado. La luz del sol de la tarde los envolvía con un calor suave y reconfortante.

Él extendió sus dedos largos y delgados, y abrió una página al azar.

Lorena se sentía aún más incómoda. Con solo leer el título ya podía imaginar lo subido de tono que sería el contenido.

Rápidamente le arrebató el libro y lo lanzó lejos.

—Jefe Pedro, ese tipo de lecturas le harían daño a la vista. Mejor no los lea.

Pedro, vestido con un traje negro, desvió la mirada al ver el rostro completamente enrojecido.

—Te pedí que vinieras a limpiar, no a dormir.

—Lo siento.

Se inclinó rápidamente para disculparse.

Pedro volvió a sentarse lentamente en la silla de ruedas. Su porte seguía siendo imponente, aunque su tono era tranquilo: —Acompáñame a algo.

—¿Ahora?

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: El Arrepentimiento Llega Tarde