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El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 198

—¿Entonces crees que va a seguir buscándote después? —preguntó Jazmín, sosteniendo su vaso entre las manos.

—Eso está por verse —respondió Ariana, lanzándole una advertencia preventiva a Jazmín—. Ahora que sabe que soy Stella, y que tengo bloqueados los derechos de adaptación de mi última novela sin querer vendérselos, dudo mucho que se rinda tan fácil.

Jazmín arrugó la frente.

—¡Por supuesto que no puedes vendérselos! ¿Ya viste lo que ha hecho con tus novelas? ¡Hasta se atrevió a financiarle una película a la amante! Qué asco, de verdad.

Ariana estaba de acuerdo.

—Por eso no pienso dejar que vuelvan a ponerle las manos encima a mi trabajo.

Así, al fin, el extraño comportamiento de Ariana cuando se topó con Esteban tenía sentido para Jazmín.

Jazmín aprovechó para despotricar contra Esteban un buen rato, hasta que terminó su vaso de agua y, ya más tranquila, hizo una pausa.

—Por cierto, Ari, no me has dicho quién te trajo hace rato.

Después de tanto hablar de Esteban, a Jazmín por fin se le encendió el foco.

—Fue el doctor Rocha —dijo Ariana—, el mismo que vimos ayer afuera del cine.

Los ojos de Jazmín brillaron.

—¡Ah, así que era él! Ari, ¿no crees que hay algo especial entre ustedes dos?

Ariana negó con la cabeza.

—Solo fue una coincidencia, no es la gran cosa.

Jazmín entendía perfectamente hacia dónde iba Ariana, así que sonrió tranquila.

—No te preocupes, ya no voy a insistir para que le des una oportunidad a ningún tipo.

Se acomodó en el sillón y, con una mirada pícara, soltó:

De regreso en Residencial Senda Nueva, Ariana revisó instintivamente si Esteban estaba por ahí.

Por suerte, no.

Empacó todo a la velocidad de la luz y se fue cuanto antes.

...

Por la tarde, mientras Ariana estaba en el hospital, a Esteban sí le pasó por la cabeza volver a Residencial Senda Nueva. Pero justo entonces surgió una emergencia con el proyecto de Flash Aeronave, así que tuvo que irse directo a la empresa.

Cuando por fin resolvió el problema y volvió a casa, Ariana ya se había largado.

Esa noche, pasadas las diez, el tipo se quedó parado un buen rato frente a la puerta de Ariana, asegurándose de que no hubiera nadie dentro. Al final, se dio la vuelta y abrió la puerta de enfrente.

Esa noche, se quedó allí, esperando a ver si al día siguiente se encontraba con Ariana.

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