El Arte de la Venganza Femenina romance Capítulo 354

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Ariana entendió lo que quería decir. Ambos conservaban los recuerdos de su vida pasada; había cosas que, si las analizaban juntos, podrían ver de forma más completa y detallada que si lo hacía uno solo.

Después de reflexionar seriamente, Ariana finalmente le contó a Carlos, con todo detalle, la verdadera razón por la que Esteban la había atacado en su vida anterior.

—¿Ahora entiendes qué clase de persona es? —dijo Ariana con una sonrisa amarga—. Tú eres una persona racional, por eso mides las consecuencias. Pero Esteban es diferente. Lo que para nosotros es un asunto de suma importancia, para él no es más que una nimiedad. Ni siquiera quitarle la vida a alguien le importa lo más mínimo.

En ese momento, el carro se detuvo en un semáforo en rojo, con algo de tráfico adelante.

Carlos aprovechó la pausa para mirar a Ariana, sus ojos brillaban con intensidad.

—Todas tus sospechas sobre Esteban provienen de la información que revelaron esos tres secuestradores extranjeros mientras charlaban. Pero, ¿nunca has dudado de las palabras de esos tres?

—En ese momento estaban hablando en su lengua materna, de forma muy natural. Y cuando hablaban de repartirse el botín, se emocionaron especialmente —explicó Ariana.

Carlos no confirmó ni negó nada, simplemente preguntó:

—El hecho de que te graduaste de la Universidad de San Márquez, ¿es un secreto?

Ariana negó con la cabeza.

—No.

Sin embargo, tras decirlo, pareció darse cuenta de algo. Sus ojos almendrados se abrieron un poco, incrédulos.

—¿Estás diciendo que Lucrecia también es sospechosa?

Carlos finalmente asintió.

—Correcto.

Ariana reprimió la sorpresa en su mirada y comenzó a analizar con calma.

—La verdad es que he llegado a pensar que Lucrecia sabía que Esteban planeaba hacerme daño, pero no creo que participara. Después de todo, Esteban siempre la ha protegido mucho, temiendo que la etiquetaran como «la otra». No creo que estuviera dispuesto a dejar que Lucrecia se manchara las manos con algo sucio.

Carlos frunció ligeramente los labios. Aunque le costara creerlo, lo que veía era claro.

La persona que le importaba a Esteban era, sin duda, Ariana.

Al menos, en esta vida.

—La persona que más se beneficia es el verdadero culpable —dijo Carlos—. Si a ti te pasara algo, ¿sería Esteban el más beneficiado?