El Ascenso de la Luna Fea romance Capítulo 22

—Estás terminando el contrato —Repitió. No era una pregunta.

Me sentí mal por papá, pero ahora, realmente tendría que encontrar una forma de pagar sus deudas. Este hombre acababa de arrancarle el corazón a un hombre sin pestañear. No podía estar con alguien como él.

Una sonrisa oscura y cruel jugaba en sus labios.

—Tienes una copia del contrato contigo. Ve a casa y léelo. Cuando termines, vuelve a mí para la terminación. —Se dirigió hacia su coche.

¿De qué estaba hablando? —Ya leí el contrato antes de firmarlo.

—Te dije que leyeras con cuidado. —Sus ojos tenían malicia cuando volvieron a posarse en mí.

Oh, salvadores. ¿De qué estaba hablando?

Subió a su coche que ya estaba abierto, dejándome allí varada junto a la carretera.

No volví a ver a Jace en el club, y cuando intenté llamarlo, sus líneas estaban fuera de servicio.

No podía esperarlo ya que tenía un asunto más apremiante.

Me apresuré a casa, encontré el contrato y me tomé mi tiempo para revisar las cláusulas de terminación. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal cuando encontré la línea que me había perdido. No podía terminar el contrato. Solo Jaris tenía el poder de hacerlo, cuando lo considerara oportuno.

Lo único que podía hacer era abandonar el contrato, lo cual era una gran violación que podría llevarme a ser encerrada.

Me engañó. Puede que haya sido descuidada y me lo haya perdido, ¡pero me engañó! Porque, ¿por qué era él el único con el poder de terminar el contrato?

No podía respirar adecuadamente. ¡Esto solo significaba que estaba atrapada con Jaris! ¡Por un año entero! ¿Cómo podía estar segura de salir con vida?

Habían pasado tres días desde que Jaris y yo nos vimos por última vez. Hace dos días, la noticia de la muerte del Rey Alfa circuló como un reguero de pólvora.

El Rey Thaddeus había sido un gobernante feroz pero amable. La noticia de su fallecimiento fue difícil de digerir.

Todas las demás actividades se detuvieron como resultado de su próximo funeral. La ceremonia de apareamiento entre Jaris y yo también tuvo que ser pospuesta para dentro de una semana, y para ser honesta, fue la mejor noticia que había escuchado en mucho tiempo. ¡Si pudiera, querría que se pospusiera por un año!

Hoy estaba fijado para el funeral del Rey. Solo las familias de los Alfas podían asistir, era solo una medida para controlar la multitud ya que habría muchas personas importantes presentes.

No quería ir, pero papá insistió. Y bueno, pensé que no sería un mal momento para tomar un poco de aire fresco.

Estaba tratando de buscar qué ponerme cuando recibí una llamada de un número desconocido.

—¿Hola?

—Señorita Harper. Buenos días. Soy Kael.

Kael. El beta de Jaris.

Me puse más alerta. —Hola, buenos días.

—Estoy llamando en nombre del Alfa Jaris para informarle que un coche estará allí para recogerla a las dos de la tarde. El Alfa Jaris le gustaría que viajaran juntos a Brystara.

Brystara. Esa era la casa del Rey Alfa.

Está bien, tenía que estar bromeando.

—Gracias, pero no quiero ir con él.

Hubo una breve pausa. —Me temo que no está sujeto a debate, señorita Harper. Quiere que se prepare antes de que llegue el coche.

La llamada se cortó. ¡¿En serio?!

Miré la pantalla como si pudiera enviar un golpe a Jaris a través de ella. Bueno, no había ninguna parte del contrato que dijera que estaba obligada a ir a todas partes con él.

Volví a la tarea en cuestión, buscando algo que ponerme.

Una hora después, estaba completamente lista para irme. No quería ser la última persona por la que tuvieran que esperar.

Como siempre, alcancé el escáner, sintiendo un alivio aplastante mientras miraba la imagen. Una sonrisa triste tocó mis labios mientras pasaba los dedos por los bordes y la superficie. Nunca llegué a tocarlos, pero los extrañaba mucho.

Satisfecha, escondí la foto y salí de la habitación. Pero justo en mi puerta estaba Nora, con las manos cruzadas y los ojos clavados en mí.

—¿Qué le hiciste a Roderick? —Preguntó.

Dios.

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