El Ascenso de la Luna Fea romance Capítulo 289

Adira se giró suavemente para mirarlo, y sus ojos se encontraron durante unos segundos.

“¿Sí?” Levantó las cejas.

Sorprendentemente, Nikolai se levantó y comenzó a caminar hacia ella. Esto puso un poco nerviosa a Adira. ¿Qué estaba tratando de hacer?

Ella no se lleva tan bien con Nikolai, por lo que movimientos como ese seguramente la ponían muy nerviosa.

Permaneció como una estatua congelada hasta que llegó a donde ella estaba y se colocó detrás de ella. Entonces, lo siguiente que Adira sintió fueron sus manos en su vestido. ¿Eh?

Sus palmas se pusieron sudorosas al sentirlo trabajar en su cremallera, subiéndola. Era obvio que no estaba completamente cerrada antes. Ni siquiera se dio cuenta, y tampoco Yvonne.

Pero Nikolai haciéndolo por ella la dejó atónita. Nunca esperó que mostrara preocupación, y mucho menos que le subiera la cremallera de su vestido.

Cuando terminó, ella bajó la cabeza mientras él regresaba a su cojín.

“Gracias”, murmuró.

Nikolai simplemente asintió y tomó su copa de vino, y en ese momento, Adira se preguntó si debía decir algo más. Quizás debería agradecerle por lo que hizo el otro día: pelear con su hermano porque la lastimó.

Estaba a punto de decir las palabras cuando su teléfono sonó, interrumpiendo el momento. Y rápidamente, Nikolai lo cogió.

“¿Sí?” Habló por teléfono mientras se levantaba y se dirigía hacia la escalera.

Adira suspiró profundamente. ¿Alguna vez llegará el momento en que tendrán la oportunidad de hablar como personas que se conocen? Quizás, no.

Su semblante cayó mientras se alejaba y salía de la casa.

****

Al llegar al lugar de la cena, Adira encontró a Lancelot ya esperando. Bueno, era lo correcto que esperara.

Había reservado la sección VIP en un jardín apartado. Así que solo estaban los dos.

Los ojos de Lancelot brillaron en el momento en que vio a Adira. Era tan hermosa que casi se culpó a sí mismo por divorciarse de ella en primer lugar.

“Hola”, sonrió ligeramente mientras tomaba asiento.

“Hola, Adira. Me alegra que hayas podido venir.”

Lancelot procedió a hacer los pedidos, y en poco tiempo, les sirvieron y comenzaron a comer.

Hablaron de cosas pequeñas e irrelevantes por un tiempo hasta que Lancelot planteó una gran pregunta.

“He estado pensando, Adira; ¿cómo conociste a un hombre como Nikolai?”

Adira, que había estado intentando comer un poco de su filete, no dijo nada hasta que terminó y se llevó un trozo a la boca.

“Bueno”, sacó una servilleta y se limpió los labios.

“Fue en esa noche, la noche de tu boda. ¿Recuerdas?” Dejó caer la servilleta y cruzó las manos sobre la mesa.

“Ese mismo día, fui a la iglesia, tratando de ver si podía detenerte. Pero desafortunadamente, tu suegra y cuñada me echaron y hasta me golpearon.” Hizo una pausa y sonrió.

“Estaba tan devastada, solo quería terminar con mi vida. Así que fui a un bar a tomar mi última copa, y… ¡sí! Fue allí donde conocí a Nikolai.”

Lancelot se sintió un poco culpable. Tuvo que beber un poco de vino para aliviarse.

“Así que”, suspiró. “¿Él simplemente se te acercó, o qué?”

“Exactamente. Sabes, estoy un poco agradecida contigo y con Jardine por arruinar mi vida. Esa fue la única forma en que Nikolai pudo encontrarme.”

Hubo un pequeño silencio. “Entonces, ¿estás feliz con él?”

Adira rió. “¿De qué estás hablando?” “¿Quién no estaría feliz cuando está casada con un hombre como Nikolai?”

Lancelot sintió un pinchazo en el corazón. Escuchar a Adira hablar de otro hombre de esa manera lo lastimó, nunca pensó que lo haría.

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