El Ascenso de la Luna Fea romance Capítulo 91

LYRIC

Vale... ¿por qué era dulce con los niños y no conmigo?

Ajustándome la correa de la mochila sobre el hombro, fui tras él.

El interior era más bonito de lo que imaginaba, con un tema negro.

No quería imaginar la cantidad de dinero que se debía de haber invertido en este lugar.

Seguí caminando detrás de Jace hasta que llegamos a un despacho. Oh. Así que aquí también tenía un despacho.

-¿Qué haces aquí? -Su voz era gélida.

No pude sostenerle la mirada y me vi obligada a bajar la mía al suelo. No parecía el hombre que se había alegrado de ver a sus hijos hacía un rato.

-He hecho una pregunta -cortó.

A la mierda, Lyric. Deja de mostrarle tu debilidad.

-Los niños querían verte. -Mi voz salió más fuerte, mis ojos se clavaron en los suyos.

-He venido aquí con un propósito. Para estar sola.

-Bueno, lo siento, pero ya los has oído. Estaban preocupados por ti.

-¿Y crees que estás en tu derecho de ser tú quien me los traiga?

Sus palabras tocaron un nervio. -Marta no estaba en casa. Y quizá si hubieras atendido sus llamadas, esto no habría ocurrido. Entiendo que estés enfadada y todo eso, pero no deberías desquitarte con los niños. No se lo merecen.

-Deja de darme lecciones. No sabes nada -me gritó, haciéndome chillar.

El miedo y el dolor me recorrieron. Sólo intentaba ayudar. ¿Cuál fue exactamente mi ofensa?

-Lo siento -gruñí. -Fue un error venir aquí. Los cogeré y me iré.

Me dirigí hacia la puerta.

-Maldita sea. Detente ahí -Sonaba menos enfadado.

Me obligué a dejar de moverme.

Mis dedos se apretaron alrededor de la correa de mi bolso. No me volví para mirarle.

-Me conoces, Lyric. Ahora estaba más tranquilo, pero sonaba frustrado. -Los quiero. Lo último que quiero es ignorarlos.

Me volví hacia él y la expresión de su rostro me preocupó. Por primera vez, vi más allá de su crueldad y su malhumor. No, ahora mismo no parecía nada de eso. Ahora mismo, parecía muy triste.

Era la primera vez.

-He pasado por muchas cosas, ¿sabes? Pero el fraude de paternidad nunca ha sido una de ellas. Y nunca ha sido algo que pensara que me pasaría con Marta. Se pasó los dedos por el pelo.

-Cuando llegaron los gemelos, me sentí más que feliz. Son lo más importante para mí. Enterarme de que en realidad podrían no ser míos... Tengo derecho a estar jodidamente enfadado, Lyric. Y no quiero estar sola porque los evite. Quiero estar sola porque ahora mismo ni siquiera sé cómo enfrentarme a ellos .

Me encogí de hombros. -Los manejaste bastante bien ahí fuera.

-Apenas pude intentarlo,- se burló.

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