Resumo de Capítulo 717 – Capítulo essencial de El CEO se Entera de Mis Mentiras por Internet
O capítulo Capítulo 717 é um dos momentos mais intensos da obra El CEO se Entera de Mis Mentiras, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Triángulo amoroso, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Tyliana sacó un paquete de polvo medicinal y se lo entregó sigilosa a Ana. —Tómalo.
Ana lo recibió nerviosa en la mano. —¿Qué es esto, Tyliana?
Tyliana esbozó una maliciosa sonrisa. —Es una droga afrodisíaca. En un rato, prepara una taza de café para Víctor y pon esta droga afrodisíaca en la bebida. Este tipo de droga afrodisíaca solo puede eliminarse teniendo relaciones sexuales. ¡Esta noche me convertiré en la mujer de Víctor!
Además, Tyliana ya había preparado su cuerpo para este encuentro. Mientras esta noche lograra convertirse en la mujer de Víctor y, pudiera quedar embarazada, embarazada de un solo intento.
Una vez que tuviera un hijo de Víctor, podría tomar la iniciativa y derrotar a Xyris de una vez por todas.
Ana miró sorprendida a Tyliana. —¿Tyliana, esta droga afrodisíaca la compraste tú? ¿Estás segura de que funciona?
Tyliana respondió con firmeza: —Esta droga afrodisíaca no la compré. La preparé con mis propias manos. Es absolutamente efectiva.
—¿Tyliana, también sabes de medicina?
—¡Sí! Basta, no preguntes tanto. Solo haz lo que te digo y punto. Aún estamos a tiempo. Si Víctor llega a salvar a Xyris, entonces estaremos totalmente perdidas. No querrás volver a la vida de antes, ¿no es así?
Ana lo negó. Por supuesto que no quería.
Ya se había acostumbrado a ser la hija del hombre más rico del mundo, acostumbrada a esta vida de derroche sin límite alguno. No quería caer del cielo al infierno.
Ahora ella y Tyliana eran aliadas en el mismo frente. Solo podía seguir al pie de la letra las instrucciones de Tyliana.
—Está bien, Tyliana. Iré ahora mismo a preparar el café.
—Ve.
...
Ana preparó apresurada el café, puso la droga afrodisíaca en la bebida y luego llamó a la puerta del estudio. —Papá, soy yo.
Pronto, Víctor le respondió: —Adelante.
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