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El Desquite de una Madre Luchona romance Capítulo 139

—¿Quieres que te acompañe? —preguntó Samuel con tono preocupado.

—No hace falta.

Rocío no se sentía cómoda con la amabilidad de Samuel, y mucho menos ahora, cuando se trataba de algo tan poco agradable como un divorcio.

—¿Te llevo al registro civil? Me quedo en la puerta y regreso —insistió Samuel.

—Está bien —aceptó Rocío.

Durante todo el camino, ella guardó silencio.

No mostraba ni un rastro de alegría por haber conseguido aquel terreno, ni tristeza por el inminente divorcio con Lázaro.

Samuel notó que Rocío era una persona serena.

Serena, equilibrada, parecía afrontar todo con una calma envidiable.

Al mirarla con más atención, descubrió que sus facciones eran marcadas, y que en su mirada había una fuerza que recordaba a la de un joven decidido. Tenía una firmeza difícil de clasificar, ni delicada ni ruda, simplemente única.

Eso contradecía por completo su impresión inicial sobre ella.

Antes la había visto como alguien sin clase.

Aferrada.

Pensaba que quienes no eran atractivos buscaban llamar la atención con escándalos.

Que Rocío solo quería escalar socialmente, tan ilusa como para competir con Mireya, una mujer llena de vida, talento y carisma.

Pero ahora que la observaba bien, se daba cuenta de que todo era al revés.

Rocío no tenía nada de vulgar.

Tampoco era alguien que se aferrara.

Jamás la había visto decir en público que era la esposa de Lázaro, y solo ese detalle hablaba mucho de su dignidad y su manera de ver la vida.

Y estaba claro que no era una mujer poco agraciada.

Su belleza, su determinación, su talento y esa capacidad de sobrevivir en la adversidad, eran incluso superiores a las de Mireya.

Tal como Rocío lo había expresado alguna vez.

Mireya siempre tenía un grupo de hombres dispuestos a apoyarla, era la consentida, la que siempre salía adelante, como si la historia de su vida la hubiera escrito alguien que la quería ver triunfar como la protagonista.

Ella, en cambio, era todo lo contrario.

Los mismos que ayudaban a Mireya, parecían empeñados en destruir a Rocío.

Si Mireya era la favorita del grupo, Rocío era la que todos querían ver derrotada.

Así la veían todos, incluso el propio Samuel antes: como alguien destinada a perder, a quien cualquiera podía pisotear o menospreciar.

Y aun en ese ambiente tan hostil, Rocío había logrado crecer, abrirse paso entre quienes querían aplastarla, sobrevivir incluso cuando nadie le daba oportunidad.

No solo sobrevivía, sino que lo hacía con entereza.

Con una fortaleza impresionante.

Capítulo 139 1

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