El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 213

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La brisa marina despejó un poco la mente de Marisa.

Ella dibujó una sonrisa suave en los labios.

—No es que no quiera una vida de lujos, pero esas cosas, si están en mi destino, llegarán solas. Si no me toca, por más que lo intente, no va a pasar.

Alejandra se quedó pensando un rato, y finalmente preguntó con voz calmada:

—¿Entonces lo que me quieres decir es que tu destino era casarte con Rubén? Solo aprovechaste una oportunidad, ¿no? Pero cuando Margarita y Rubén aclaren todo entre ellos, si no quieres que esto termine en escándalo, lo mejor sería que te hagas a un lado.

Marisa inhaló profundo, llenando la nariz con el aroma salado del mar.

Al mirar de frente a Alejandra, de pronto le dio un poco de lástima. Pensó que con esa honestidad y falta de malicia, ¿cómo iba a hacerle frente a las chicas astutas que rodeaban a Gabriel?

Alejandra seguía convencida de que tenía todo bajo control. Incluso intentó consolar a Marisa:

—Eres muy guapa, conseguir a un hombre con dinero no te costaría nada. Mejor termina cuanto antes este matrimonio que nunca debió empezar, no te va a perjudicar en nada. Entiendo que después de estar con alguien como Rubén, cualquier otro te parecerá poco, pero trata de verlo de otra forma.

Al terminar, le dio unas palmaditas en el hombro.

—Además, Rubén no es tacaño. Si se divorcian, él no va a escatimar. Si de plano no puedes estar con alguien que tenga menos que él, por lo menos podrías vivir tranquila con el dinero que te deje Rubén. Y si por alguna razón él no te da nada, yo te ayudo. En la familia Olmo sobra el dinero.

Marisa soltó una sonrisa resignada.

—Eso sí, eres bien solidaria.

...

En el restaurante.