Entrar Via

El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 219

Jamás se habría imaginado que ese asunto tan importante, al final, resultaría ser sobre el amor.

Claudio aprovechó la oportunidad para presumir un poco y se mostró más engreído de lo normal.

—¿No eras tú el que siempre se quejaba de que yo tenía demasiadas novias? —le soltó, sin perder la oportunidad—. Ahora ya ves lo importante que es tener experiencia en cuestiones de pareja, ¿no?

Rubén, molesto, seguía bebiendo como si con cada trago pudiera borrar sus pensamientos.

El vino caro iba desapareciendo copa tras copa, directo a su estómago.

Claudio lo miraba con cierta preocupación, aunque en realidad no era por Rubén, sino por el desperdicio de esa bebida.

Después de dos copas, Rubén, con los ojos enrojecidos, se giró hacia Claudio.

—Dime la verdad, ¿crees que Marisa no siente nada por mí?

Por toda la experiencia amorosa que tenía Claudio, la respuesta era obvia. Pero conocía bien a Rubén, sabía que era demasiado sensible con estos temas, así que prefirió no ser tan directo.

—Rubén, ya están casados —intentó consolarlo—. El cariño se puede ir construyendo poco a poco, ¿para qué te preocupas tanto por si ahora te quiere o no? No tienes que angustiarte, hombre. Alguien como tú seguro termina gustándole a cualquiera.

Sin embargo, en el rostro de Rubén apareció una tristeza difícil de ocultar.

Él podía creer que cualquier persona común podría llegar a quererlo, pero no creía que Marisa fuera a enamorarse de él solo por su posición o su apellido.

Y además, ese Samuel, que se suponía había muerto, en realidad solo había cambiado de identidad y seguía ahí, en algún lugar.

Lo que más le angustiaba era pensar que, si algún día Samuel decidía confesar quién era realmente, Marisa podría volver corriendo a sus brazos sin pensarlo dos veces.

Claudio llevaba rato dándole vueltas a sus argumentos, intentando animarlo, hasta que por fin cayó en cuenta: Rubén no había ido a buscar consuelo, sino a perderse en el alcohol.

Bebía sin parar. Aunque siempre había tenido buena resistencia, ni siquiera él podía aguantar ese ritmo. Pronto, el efecto del alcohol empezó a notarse.

Desde una mesa lejana, Gonzalo observó la escena y no pudo evitar sorprenderse.

—No lo puedo creer —comentó en voz alta—. Rubén nunca se ha puesto así de rápido, debe estar pasando algo serio con Marisa.

Cristian, a su lado, lo miró de reojo, notando la emoción en la voz de Gonzalo.

Capítulo 219 1

Capítulo 219 2

Verify captcha to read the content.VERIFYCAPTCHA_LABEL

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El día que mi viudez se canceló