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El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 266

Al ver el rostro de Marisa, tan cabizbaja y sin atreverse a mirarlo a los ojos, Rubén sintió como si alguien le apretara el corazón con fuerza.

Una punzada tras otra.

Movió apenas los labios.

—No pasa nada, cualquier cosa que quieras preguntar, puedes hacerlo.

Al escuchar esas palabras, Marisa alzó un poco las cejas.

¿Cualquier cosa? ¿De verdad podía preguntar lo que fuera?

En el fondo, lo que quería era preguntarle a Rubén por qué se casó con ella y, ahora, por qué quería divorciarse. Pero cuando estuvo a punto de decirlo, se lo tragó.

Las palabras de alguien en su posición muchas veces sólo son un gesto de amabilidad, una forma de quedar bien. Si ella tomaba esas palabras al pie de la letra y preguntaba lo que no debía, sería como faltarse al respeto a sí misma.

Marisa sonrió levemente y sostuvo la mirada de Rubén. En el fondo de sus ojos, brillaba una luz que le pareció bonita.

—No, ya no tengo nada que preguntar.

Dicho eso, Marisa se dio la vuelta y salió rápido de la oficina del presidente.

Sólo entonces se atrevió a respirar hondo, como si por fin pudiera sacar el aire que tenía atorado en el pecho.

No tomó el pasillo privado de Rubén, sino que usó el elevador para bajar al primer piso del edificio.

Apenas llegó, se dio cuenta de que la recepcionista que hace un rato la había tratado mal ya no estaba.

En su lugar, había dos caras nuevas.

¿Y esas dos? ¿Qué les pasó?

No le dio demasiadas vueltas al asunto y se encaminó hacia la salida del edificio. Los guardias que antes la habían sujetado tampoco estaban por ningún lado.

Por su mente pasó una idea: ¿sería que Rubén los despidió por su culpa?

Al pensarlo, Marisa se burló de sí misma. ¿En qué estaba pensando?

¿Cuándo empezó a ser tan ególatra?

¿De verdad creía que era tan importante para Rubén?

Él ni siquiera se tomaría la molestia de hacer algo así por algo tan insignificante.

...

Eran apenas las doce del día, todavía faltaban más de dos horas para que abriera el registro civil. Así que Marisa regresó a la casa de la familia Olmo y se puso a empacar todas sus cosas.

Capítulo 266 1

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