El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 345

La rapidez con la que Claudio respondió dejó a Cristian sorprendido.

Ese tipo siempre se las daba de galán, contestando los mensajes de cualquier mujer con una lentitud exasperante, según él, para mantenerlas interesadas.

Pero hoy parecía que el aburrimiento lo tenía pegado al celular, como si no hubiera despegado la mirada de la pantalla en toda la mañana.

—¿Señorita Castillo está enferma o qué?

Cristian contestó sin rodeos:

—Vino a hacerse unos exámenes sobre enfermedades sexuales. Además, todavía traía una peste a alcohol… Seguro anoche se le pasaron las copas y perdió el control.

La cara de Claudio pasó de rojo a morado.

Apretó los puños, luchando por no dejar escapar su enojo.

Sabrina… ¿Qué significa esto?

Esa mañana apenas se había ido de su cama, y ni siquiera había pasado mucho tiempo cuando ya estaba en el hospital haciéndose exámenes.

¿Tan mal la había dejado? ¿Acaso tenía pinta de estar enfermo?

Cristian, sin mucho que hacer, siguió picando la conversación:

—La verdad es que la señorita Castillo está bastante guapa. No sé quién fue el afortunado anoche, pero se sacó la lotería.

La expresión de Claudio se endureció aún más.

—¿Acaso estar con un tipo como yo es una desgracia?

Cristian se quedó mirando la pantalla del celular unos segundos, hasta que por fin entendió por dónde iba la cosa.

Le echó una mirada furtiva a Sabrina, que también estaba revisando su celular, y luego volvió a ver su pantalla.

—¿Tú eres ese tipo?

Claudio respondió de inmediato:

—¡El que anda diciendo tonterías eres tú!

En ese momento, el celular de Cristian empezó a sonar.

Claudio, al parecer fastidiado de ese tipo de comunicación tan lenta, decidió llamar directamente. Su voz sonó cortante:

—Haz que Sabrina espere en el hospital. Si vino a hacerse exámenes por mi culpa, lo mínimo es que yo le pague todo.

Sabrina notó el cambio de actitud en Cristian.

Guardó su celular y lo miró:

—Doctor Quiroz, ¿quiere atender una llamada personal? No hay problema, puedo salir a esperar.

Cristian apenas iba a contestar cuando la voz de Claudio se escuchó por el auricular: