El día que mi viudez se canceló romance Capítulo 347

Después de todo, para Yolanda, un trabajo tan bueno como ese era algo que Margarita conseguía sin el menor esfuerzo.

Yolanda tampoco era ajena a moverse entre muchas personas influyentes.

Que Margarita actuara y hablara con esa actitud, solo podía significar dos cosas: o era de plano muy torpe para tratar con la gente, o lo hacía a propósito.

Alguien capaz de ser gerente de relaciones públicas en funAI no podía ser ingenua, así que estaba claro que lo hacía con toda la intención.

La sonrisa de Yolanda se quedó congelada en su cara. Miró a Sabrina buscando apoyo.

Al final, esa era amiga de Sabrina.

Sabrina le devolvió una media sonrisa a Margarita, esa que apenas se notaba, sin pizca de verdadero afecto.

Habían sido amables desde el principio, pero si la otra no quería llevarse bien, Sabrina tampoco iba a quedarse callada.

—Señorita Vega, con lo que acaba de decir parece que funAI te rogó para que trabajaras ahí, pero yo escuché que entraste por un favor especial, ¿o no?

El gesto de Margarita se tensó por un instante; apenas se notó el coraje y la incomodidad en su cara.

Aunque le habían descubierto el secreto, trató de mantenerse tranquila. Le lanzó una mirada a Sabrina y siguió sonriendo como si nada.

—Rubén y yo somos amigos, así como también lo soy de Claudio. Cuando uno es tan buen amigo, no hay que usar palabras como “favor especial”, ¿no crees?

A Yolanda se le apretó el pecho.

¿La mujer que tenía enfrente, tan parecida a su propia hija, también conocía a Rubén?

Marisa llevaba menos de medio año casada con la familia Olmo, así que seguro esta señorita Vega debía conocer a Rubén desde mucho antes.

Pensar en eso hizo que Yolanda comenzara a sospechar algo malo.

Margarita ya había conseguido lo que quería. Era lista, sabía que no debía seguir con el tema.

Señaló hacia el elevador.

—El señor Cano dijo que iba a ver a su novia. Seguro perdió la noción del tiempo platicando con ella. No contestó mi llamada, así que iré a buscarlo.