Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 394

Sofía estaba un poco aturdida, pero pensaba con claridad. Entendía que Alejandro le preguntaba por qué le gustaba esa forma de ser suya, tan estricta y controlada.

Dijo lo que sentía, sin pensarlo mucho:

—Porque me recuerdas a una fórmula matemática. Algo meticuloso, perfecto, ordenado, bonito. Una certeza infinita.

Para ella, una fórmula perfecta era tan sagrada como la Biblia para un creyente. No se toca.

Aun así, a veces se sorprendía imaginando cómo se caía todo, cómo se rompía y luego se armaba de nuevo en el mismo orden.

La apariencia estricta de Alejandro la llevaba a eso. Compararlo con una fórmula era un halago grande para ella.

Por si no quedaba claro, lo repitió:

—En serio, en serio me gusta mucho.

—Lo entiendo —respondió Alejandro.

Lo que dijo lo impactó. Él no sabía si de verdad era lo que Sofía pensaba o si lo dijo por el alcohol.

Sofía preguntó de repente:

—¿Y por qué estás vestido así?

—Fui a un funeral.

—¿De quién?

—De una persona mayor que me cuidó cuando era niño. —En esa época vivía con Eduardo. Cuando se enteró, la familia del señor ni pensó que Alejandro iba a ir, pero él decidió despedirse.

Sofía guardó silencio un momento y le tomó la mano.

Él miró su mano atrapada y luego levantó la mirada.

Con él no podía comportarse como lo haría con Carter. Sabía que no iba.

Sofía se recostó en el sofá, cerró los ojos y decidió descansar un rato, sin pensar en nada más.

—Voy a ducharme —dijo Alejandro.

Sofía asintió.

En la ducha, se apoyó en la pared y dejó que el agua tibia recorriera su cuerpo.

Desde que vivían juntos, notaba que cada día quería más. Al mismo tiempo, sentía con claridad la cortesía y la distancia que Sofía marcaba.

Ella no era como Carmen.

Tal vez Carmen no se enredaba tanto con sus sentimientos y por eso podía estar cerca de Camilo sin miedo. Sofía, en cambio, cuando se metía en algo, lo hacía en serio. Y con sus emociones pasaba lo mismo.