Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 488

Sofía asintió.

—Sí. La familiaridad es una forma de seguridad —dijo, y bostezó un poco—. Espérame un poco, voy a lavarme y arreglarme.

—Está bien —respondió Alejandro, mirándola mientras se levantaba para ir al baño.

Esa noche él prácticamente no había dormido.

La ropa que Pandora había mandado con las empleadas era de un estilo lujoso pero clásico, apta para cualquier edad.

Sofía eligió un conjunto blanco. Después de lavarse la cara, se cambió dentro del baño.

Por supuesto, tampoco olvidó ponerse la ropa interior limpia que había lavado la noche anterior.

La que había usado no podía dejarla así, así que la lavó rápido y la colgó en el baño.

Alejandro casi nunca se quedaba allí, así que, si las empleadas la encontraban, podrían tirarla o guardarla, pero al menos no quedaría algo sucio a la vista.

Pandora también le había dejado algunos cosméticos, aunque Sofía solo aplicó un poco de crema hidratante.

El blanco del conjunto resaltaba su piel clara. Después de una buena noche de descanso, su cara tenía un brillo saludable.

Cuando terminó, salió al salón.

Alejandro la esperaba sentado en el sofá.

Cuando la vio, se levantó enseguida.

Mientras ella se arreglaba, él había avisado a Lucía, el ama de llaves, que preparara el desayuno.

El momento coincidía perfecto para bajar.

—Vamos —dijo él.

Sofía, de buen humor y con la energía renovada, asintió sonriendo.

—De acuerdo.

***

Tal como había prometido, Pandora los esperaba para desayunar.

Cuando los vio bajar, su cara se iluminó.

Aunque intuía que habían pasado una noche bastante "cercana", no era tema para bromear frente a una muchacha, así que los recibió con una expresión normal y una actitud afectuosa.

—Vengan, siéntense. Comamos.

La mesa estaba repleta: suficiente comida para siete u ocho personas.

Sofía ya se sentía cómoda con Pandora.

Le mostraba respeto como a una mayor, pero sin caer en rigidez.

Pandora, por su parte, pensó que esa muchacha tenía una templanza admirable.

No se notaba ni un poco nerviosa.

"Con razón tiene tan encantado a este tonto de mi hijo", pensó divertida.

Alejandro, recordando las palabras de Sofía la noche anterior, no pudo evitar pensar en su relación con Pandora.

Ella, como madre, le había causado heridas profundas que todavía guardaba.

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