Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 401

En lo más profundo, Gabriel era egoísta. Si no podía tener a Sofía, quería que Alejandro y Diego tampoco la tuvieran.

Diego no se quedó mucho tiempo. Volteó y salió de la oficina.

—¿A dónde vas? —preguntó Gabriel.

—A una subasta —respondió Diego.

—¿De qué? —insistió Gabriel.

—De arte —respondió Diego.

A Gabriel le llamaban la atención esas cosas finas. No sabía desde cuándo Diego se había metido en el mundo del arte.

***

En la sala VIP de la subasta, Carlos estaba sentado en el sofá.

Miró al hombre callado frente a él.

—¿Por qué viniste aquí de repente? —preguntó, curioso.

Alejandro jugaba con su teléfono en silencio. No pensaba responder.

Carlos notó al instante que algo no estaba bien. Sabía lo que Alejandro sentía por Sofía.

Él era muy atento con Sofía y también cuidaba de su hermano. Era ordenado, correcto, detallista y, aunque su carácter era reservado, siempre se mostraba firme. Si Alejandro quisiera conquistar a Sofía, tenía todo para lograrlo.

Pero se le notaba molesto. Algo le había salido mal.

Carlos admiraba a Sofía. Su carácter era de verdad especial. Aunque no la conocía tanto, no se veía ni sumisa ni arrogante.

Carlos pensó en su hermana Priya, que seguro soñaba con estar con Alejandro, pero él ni la volteaba a ver. La conexión entre Sofía y Alejandro era difícil de entender. Impredecible.

—¡Ah, caray! —dijo Carlos, sorprendido—. Los Ángeles es enorme. ¿Cómo íbamos a toparnos con ellos aquí? —dijo, y se acomodó los lentes de armazón plateado—. Ustedes dos, que siempre están peleados, ¿cómo hacen para sincronizarse?

Alejandro dejó ver una mirada penetrante. Después de mudarse a la casa de Sofía, se enteró de que ella tenía un estudio de arte aparte. Aunque nunca vio lo que pintaba, quería comprar algunas piezas para regalárselas.

Que Diego estuviera ahí no era coincidencia.

Alejandro se puso aún más serio.

—¿Qué te pasa, Alejandro? —preguntó Carlos.

—Vámonos —dijo Alejandro. No quería pelearse con Diego por una obra de arte.

Cuando ya iba a levantarse, le vibró el teléfono.

Alejandro pensó: “¿Será un mensaje de Sofía?”, y agarró el teléfono para ver.