El increíble papá de los trillizos romance Capítulo 56

Aparte de los golpes, no llegó ningún otro sonido del exterior, y eso asustó aún más a los niños. Incluso las manos de la Señora Fresno, que sostenía un cuchillo, temblaban. Sosteniendo un pequeño cuchillo, Adriana se acercó poco a poco y miró a través del hoyo de la puerta rota. Al mismo tiempo, un ojo miraba desde el exterior.

Cuando los dos ojos se vieron, ambas partes empezaron a gritar.

—¡Aaah…! —Los niños gritaron junto a su madre.

—¡Llamen a la policía! ¡Rápido!

Adriana se apresuró a tomar su móvil.

—Espere. Espere un momento. Creo que es Saúl.

Mirando a través del hoyo en la puerta, la Señora Fresno se dio cuenta de que en efecto era el guardia de seguridad, Saúl Juárez. De forma rápida le abrió la puerta.

—Señora Fresno, está en su casa. —Saúl estaba a punto de pedir refuerzos a través de su radio cuando vio a la Señora Fresno y se detuvo—. Me asustó. Pensé que algo había pasado en su casa.

—Sí pasó algo. Hubo un…

—Hubo un ladrón que entró en nuestra casa tratando de robar algo, pero juntos logramos deshacernos de él.

Adriana interrumpió a la Señora Fresno. No quería que nadie más se enterara del chip, o podrían surgir más problemas.

—¿Qué? ¿Llamaron a la policía? —preguntó Saúl mientras se preocupaba.

—Déjame ver si perdí algo antes de decidir si llamo a la policía —dijo Adriana con una sonrisa. Luego, cambió de tema—. Saúl, ¿tu empresa ofrece algún servicio de arreglo de puertas?

—Creo que tendrá que cambiarla por una nueva. —Saúl revisó de forma rápida el estado de la puerta—. Tenemos puertas nuevas al precio de cuatro mil ochocientos. Las cerraduras también están incluidas.

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