El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 228

—Además, nuestros colegas del departamento técnico ya han examinado este video. Es auténtico, no hay ningún rastro de edición o manipulación. Por lo tanto, este video es real y puede ser utilizado como evidencia para abrir un caso en su contra.

—Según nuestra investigación, la noche del incidente, cuando Paula fue al centro comercial y le pidió que la acompañara a llevar cosas, esto puede ser confirmado tanto por las cámaras de seguridad del centro comercial como por los vendedores que trabajaban esa noche.

—Además, las cámaras de seguridad de la calle muestran que la víctima también fue al banco a retirar 14,000 dólares en efectivo para Paula, y luego ambos se dirigieron a la Calle Esperanza. Las últimas imágenes de las cámaras los muestran yendo en dirección a la playa, y además...

—¡Basta! ¡No digas más!

Rafael interrumpió al otro con una mano temblorosa. —Capitán José, confío en la capacidad de ustedes para manejar este caso. Si Paula realmente mató a alguien, la ley la castigará severamente. Si está siendo calumniada, eso también se demostrará.

Al escuchar estas palabras, Ángeles, que estaba en la parte trasera, arqueó una ceja.

Las palabras de Rafael parecían justas, pero en realidad dejaban mucho espacio para el cambio. Era una forma de decirle a todos: ¡el cargo contra Paula aún no está decidido!

Ella está siendo llevada ahora solo para cooperar con la investigación.

En realidad, él estaba tratando de proteger a Paula.

Delante de todos los periodistas, Rafael agitó la mano, mostrando el corazón de un padre que ama a su hija, pero también una justicia imponente. —Capitán José, llévensela.

El Capitán José hizo una señal, y dos de sus aprendices se adelantaron inmediatamente para esposar a Paula y llevársela.

Paula, sin embargo, no entendía el sacrificio de Rafael y pensaba que él la estaba abandonando. De repente, se sintió amargada y gritó: —¡Papá, papá, sálvame... mamá! No quiero que me lleven, soy inocente, buaaa...

Nancy también tenía los ojos rojos, aferrándose desesperadamente a Paula sin soltarla, pero los hombres del Capitán José las separaron a la fuerza.

En ese momento, Paula realmente sintió lo que era estar completamente sola.

Especialmente al ser llevada, vio la mirada decepcionada y compleja de Óscar, y en ese instante, se sintió aún más triste.

Mientras Rafael se secaba las lágrimas con la mano, hizo una señal con la mirada a uno de sus guardaespaldas, quien entendió de inmediato y comenzó a "invitar" a los periodistas a salir.

Los periodistas, habiendo obtenido las noticias explosivas que necesitaban, cumplieron su tarea y se retiraron rápidamente.

Los invitados al cumpleaños de Paula, incluidos Óscar y Maristela, también fueron cortésmente despedidos.

Con la partida de los extraños, la villa ruidosa se tranquilizó de repente.

Rafael dejó de llorar y recuperó algo de su calma habitual. Estaba pensando en resolver el asunto con dinero, pero antes de que pudiera hablar, Nancy, arrodillada en el suelo como si hubiera perdido la razón, se lanzó hacia Marisela, agarrando su brazo con fuerza.

—¿Quién te hizo hacer esto? ¿Quién te instruyó?

La voz de Nancy estaba llena de ira y locura. —Dime, ¡quién fue!