El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 242

Los ricos que hasta hace un momento participaban ahora, al perder, no se atreven a apostar más y todos se mantienen al margen, animando a Oscar.

Sin embargo, el resultado no cambia; Ángeles, con una suerte impresionante, ¡no ha fallado ni una sola vez!

Al final, Oscar está tan frustrado que su rostro se torna verde.

Esto provoca las burlas de los presentes: —Ángeles, ¿no será que tienes poderes de visión de rayos X?

—Tengo superpoderes.

Un chiste de Ángeles los hizo reír a carcajadas.

Ángeles no tiene idea de que todo este alboroto ha sido observado por alguien desde arriba.

Vicente, desde su posición elevada, ve cómo Ángeles está rodeada por un grupo de personas, sentada justo enfrente de un Oscar con el rostro sombrío.

A pesar de la distancia, puede oír el bullicio y las risas alrededor.

La mano de Vicente, con sus nudillos bien definidos, toca ligeramente la barandilla; su voz es indescifrable, ni feliz ni enfadada: —Que suba.

Sin necesidad de preguntar, ese "ella" es claramente Ángeles.

Un subalterno se inclina y desciende rápidamente las escaleras.

Ángeles, que ha triunfado plenamente, teme continuar ganando y enfurecer aún más a Oscar, por lo que después de cambiar su dinero, se retira felizmente, solo para encontrarse con un subalterno de Vicente.

Ángeles está algo sorprendida. ¿Vicente también está aquí?

Aunque ella está temporalmente alojada en la mansión de Vicente, no se han visto en varios días, así que sigue al subalterno hacia arriba.

El quinto piso está muy tranquilo, probablemente porque han expulsado a los demás con anticipación; los subalternos de Vicente están fuera, vigilando, y no hay ningún camarero.

Ángeles avanza sin obstáculos y pronto ve la figura alta y esbelta de Vicente al final del pasillo.

Vicente está de espaldas a ella, hablando por celular.

Ángeles se acerca sigilosamente y escucha a Vicente decir al otro lado del celular, —No llores, descansa bien, el niño estará bien.

Su voz es extremadamente tierna, con un tono consolador.

Ángeles se detiene de repente.

Este momento de Vicente es completamente diferente de la imagen que ella tiene de él; no hay ni un ápice de frialdad o severidad, solo ternura.

En ese instante, Ángeles siente que la mirada de Vicente se profundiza y se enfría, su expresión es oscura e indescifrable, con un enojo apenas perceptible.

Parece que está enojado.

Llegando a esta conclusión, Ángeles se siente extraña.

Debe ser una ilusión, piensa.

Sin embargo, Vicente sonrió y con un tono punzante dijo, —¿Qué ocurre, ahora acaso vienes con que te gusta Oscar?

...

¿Qué tiene que ver esto con Oscar?

Justo cuando Ángeles va a responder, se escucha una conmoción detrás de ella; es Oscar quien ha irrumpido en la escena.

Acaba de ver cómo Ángeles fue llevada y pensó que estaba en problemas, así que la siguió sin pensar y justo la encuentra sentada en el suelo.

Un fuego surge dentro de él, y con el rostro tenso, levanta a Ángeles del suelo y la protege detrás de sí, mirando fijamente a Vicente con frialdad.