El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 279

Desde el escándalo de la fiesta de cumpleaños, Paula fue arrestada y posteriormente enviada a este sanatorio.

Ángeles no había visto a Paula desde entonces.

Después de más de dos meses, hoy se encontraron nuevamente.

Ángeles estaba algo sorprendida.

En estos cortos dos meses, los cambios en Paula habían sido enormes.

Antes, Paula era como una frágil flor de seda, encantadora y compasiva.

Aunque parecía frágil por fuera, por dentro era una persona despiadada y sin escrúpulos, que a menudo se metía en problemas por no ser suficientemente cuidadosa.

Como aquella vez en la playa de la Calle Esperanza, cuando cometió un asesinato.

Después de este incidente, Paula se veía demacrada, pálida y había perdido mucho peso, pareciendo que un simple soplo de viento podría llevarla.

Sin embargo, ahora era aún más difícil de leer para Ángeles.

Los ojos vacíos de Paula, sin risas ni resentimiento, solo miraban fijamente a Ángeles, sus pupilas oscuras y densas como un charco de tinta.

Era inquietantemente extraño.

Ángeles solo tenía una idea.

¿No?

Parece que se ha vuelto más astuta.

Un cuidador del sanatorio sirvió dos vasos de agua y los colocó frente a ambas.

Ángeles tomó un sorbo, aprovechando para observar el entorno del sanatorio.

No tenía prisa por hablar.

Finalmente, fue Paula quien no pudo resistirse y dijo con una voz algo ronca, —Hace mucho que no nos vemos, Ángeles.

Ángeles siempre sintió que había un significado oculto detrás de esas palabras.

Y Paula no se comportó con la excitación de antes, no usó un tono desafiante y arrogante como solía hacerlo: ¿Ángeles, crees que así ya ganaste?

En cambio, dijo: hace mucho que no nos vemos.

¿Cuánto solía Paula cuidar su rostro? Anteriormente, se preocuparía por un pequeño corte durante días y visitaría el salón de belleza todos los días para cuidarlo meticulosamente.

Pero ahora, con una herida que seguramente dejaría una cicatriz, mostraba una actitud tan indiferente.

Parece que esta experiencia en serio hizo que Paula madurara mucho.

Ángeles no tenía intención de continuar la conversación.

Nunca habían sido el tipo de relación que pudiera sentarse tranquilamente a charlar.

Aunque hoy no había conflicto, la tensión subyacente persistía.

Cuando Ángeles se levantó para irse, pensó que Paula intentaría detenerla o causar algún problema.

Pero no lo hizo.

Hasta que Ángeles se fue, Paula seguía mirándola, esa mirada, por primera vez, era inescrutable.

Coincidentemente, en ese momento, llegó el guardaespaldas de la familia Castro, trayendo un montón de cosas que Nancy había enviado a Paula.

Desde ropa hasta productos de cuidado de la piel, y hasta cosas pequeñas como calcetines.