El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 317

Leia El Regreso de la Heredera Coronada Capítulo 317

O romance El Regreso de la Heredera Coronada foi atualizado Capítulo 317 com muitos desenvolvimentos climáticos. O que torna esta série tão especial são os nomes dos personagens ^^ Se você é fã do autor Internet, vai adorar lê-lo! Tenho certeza de que não ficará desapontado ao ler Vamos ler o romance El Regreso de la Heredera Coronada Capítulo 317 agora AQUI.

Ler o romance El Regreso de la Heredera Coronada Capítulo 317

Capítulo 317 de El Regreso de la Heredera Coronada novel

Esa noche, estuvo a punto de conseguirla. ¡Solo un poco más y habría sido suya!

Pero Ángeles, tan resuelta como siempre, prefirió mejor herirse con los fragmentos de vidrio antes que permitir que la droga le nublara el juicio. ¡Lo evitaba como si fuera un enemigo!

Hasta que Vicente se la llevó.

En ese preciso momento, Óscar sintió cómo un ardor de celos le consumía por completo, quemando cada resquicio de su razón.

Cada célula de su cuerpo rugía con furia: ¡Ángeles era suya, siempre debió ser suya!

Óscar entendió finalmente lo que sentía.

Quería a Ángeles. Y no solo la quería, la necesitaba demasiado.

A sus pies, la Luz de Luna se hacía cada vez más lejana, más borrosa.

Óscar mantuvo su mirada fija en la ciudad, y en sus ojos oscuros ardía una ambición indomable.

Tarde o temprano, volvería.

Y cuando lo hiciera, recuperaría todo lo que le pertenecía.

Ángeles, ¡no podrás escapar de mí!

...

El cuarto día de Ángeles en Ríoalegre.

Gracias a sus arduas sesiones de acupuntura, Emilio había pasado de apenas poder mover ligeramente las extremidades a doblar y estirar completamente sus piernas.

Incluso su sensibilidad al dolor comenzaba a regresar poco a poco. Ahora podía sentir cuando lo pellizcaban y, tras permanecer mucho tiempo en una posición, experimentaba la fuerte incomodidad del cansancio.

Para Emilio, estos avances eran motivo de gran alegría.

Faltaban solo tres días y las últimas tres sesiones de acupuntura. Entonces, podría levantarse por completo. Caminar, correr, saltar. Nunca más dependería de una horrible silla de ruedas.

A la orilla de la piscina de aguas termales, Emilio miraba a Ángeles con una ligera sonrisa en los labios. Sus ojos color té tenían una profundidad y una intensidad hipnótica. —Señorita Ángeles, usted realmente es mi salvadora.

Ángeles, con una expresión cortés, respondió: No es nada, no tiene que agradecer. Sin embargo, en su interior, no pudo evitar rodar los ojos y soltar una sucia retahíla mental:

¡Pervertido de mierda!

¿Sabes que soy tu salvadora y, aun así, tienes la intención de complicarme las cosas después?

Aprovechando el momento, Ángeles decidió seguirle la corriente y comentó con aparente inocencia: —Este lugar es tan aburrido... ni siquiera hay señal. No puedo conectarme a internet para nada.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: El Regreso de la Heredera Coronada