Resumo do capítulo Capítulo 318 do livro El Regreso de la Heredera Coronada de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 318 , um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance El Regreso de la Heredera Coronada. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Segunda oportunidad continua a emocionar e surpreender a cada página.
Emilio respondió con un simple "sí".
Tampoco creía que Ángeles tuviera el valor suficiente de hacer algo durante las sesiones de acupuntura que le administraba.
¡A menos que quisiera morir!
Sin embargo, por precaución, Emilio había hecho que Filiberto revisara todas las fórmulas medicinales que Ángeles le entregaba. Incluso, cada vez que ella le ponía agujas, Filiberto, disfrazado de mayordomo, permanecía a una distancia prudente, vigilando por si acaso Ángeles intentara algo indebido.
Durante cuatro días seguidos, Ángeles se comportó de manera impecable, sin mostrar ningún signo de intenciones maliciosas.
Emilio tomó apresurado la tableta que tenía a su lado. Además de monitorear la habitación de Ángeles, la tableta también estaba conectada al portátil que le había dado recientemente.
No importaba con quién se comunicará o qué hiciera Ángeles con la computadora; Emilio podía rastrear sin problema todo desde su tableta.
En poco tiempo, alguien encendió el portátil.
La atención de Emilio se centró completamente en la pantalla. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en ese momento en su rostro, como si acabara de atrapar a una presa en su trampa. Había un leve destello de emoción en su mirada.
¿Con quién se comunicaría Ángeles usando esa computadora con acceso a internet?
¡Tenía que ser Vicente!
Emilio observó con absoluta concentración, pero lo que vio fue que Ángeles abrió... Tute.
Emilio:—...
Desde la tableta comenzaron a sonar los efectos del juego de cartas Tute.
—Voy a jugar esta carta.
—Sigo. Vamos a ver tus cartas.
—Pues yo no sigo.
—Ganaste esta ronda.
—Ahora me toca jugar a mí.
—...
La comisura de los labios de Emilio se contrajo un poco.
Desconfiado, abrió la transmisión en vivo del otro extremo del monitoreo y vio a Ángeles despreocupada tumbada en la cama, abrazando la computadora mientras jugaba al poker.
—Voy a seguir jugando.
—¡He ganado esta ronda!
Ángeles estaba sentada entretenida en el inodoro, manteniendo activo el juego en la computadora mientras escribía frenéticamente en el teclado.
En poco tiempo, completó varios programas que desconectaron de manera temporal la conexión de la computadora con el sistema de monitoreo de Emilio durante unos minutos.
El primer contacto de Ángeles fue con Beatriz.
Había elaborado todo este plan detallado, utilizando el Tute como una distracción, porque sabía muy bien que Emilio estaba monitoreando esa computadora.
Ángeles no podía permitirse contactar a nadie directamente; si Emilio lo descubría, quizás usaría a esa persona, y en este caso a Beatriz, como herramienta de amenaza.
Pero tampoco podía no comunicarse con Beatriz. Ángeles temía que su única amiga, preocupada por su situación, pudiera tomar decisiones precipitadas e imprudentes.
Así que Ángeles mejor llamó a Beatriz por celular.
Escuchar una voz era mucho más tranquilizador que enviar un mensaje de texto.
Al otro lado de la línea, Beatriz recibió una llamada de un número desconocido. Al ver la pantalla, sintió una fuerte oleada de emoción. Sin dudarlo ni un segundo, deslizó el dedo para contestar.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: El Regreso de la Heredera Coronada