El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 387

Belén no podía creerlo.

Ella solo confiaba en lo que veía con sus propios ojos, y los resultados de la investigación, estaban claros como el agua, decían que no había relación alguna con la familia Castro.

A menos que... Vicente estuviera tratando de encubrir a la familia Castro.

Belén estaba devastada por completo. Con los ojos enrojecidos, le preguntó con un tono lleno de dolor:—Vicente, ¿es porque esa señorita Ángeles significa algo para ti que ni siquiera vas a perseguir al asesino de mi hermano? Es eso, ¿verdad?

Vicente no respondió.

En aquel informe, cuando la investigación llegó a la familia Castro, se utilizó la palabra "sospechosa". Eso significaba que no había pruebas concluyentes que confirmaran que la familia Castro fuera responsable.

De acuerdo con su forma habitual de actuar, cualquiera que apareciera en la lista de sospechosos era suficiente para que él tomara medidas drásticas. Vicente siempre había seguido el lema de que es mejor equivocarse que dejar tranquilamente ir al culpable.

¿Por qué no había actuado aún contra la familia Castro?

Podía mentirle a otros, pero no a sí mismo.

Porque Ángeles también era parte de la familia Castro.

La imponente figura de Vicente se alzaba en la oscuridad, donde la luz no alcanzaba. Su voz era sombría, profunda y pausada.—Lo investigaré a fondo. Tres días, no más.

¿Tres días?

Belén apenas pudo contener una risa irónica.

No podía esperar ni tres horas. Quería destruir a la familia Castro en ese mismo momento, arrasar con todos los que llevaran ese maldito apellido Castro.

¿Esperar tres días?

¿Y si después de eso no encontraba ninguna prueba? ¿Qué pasaría entonces? ¿La muerte de su hermano quedaría impune?

La vista de Belén comenzó a nublarse poco a poco. No sabía si era una secuela de la conmoción cerebral o si se debía a la intensidad de sus emociones.

Pero logró controlarse finalmente.

—Vicente, confío en ti. Estoy segura de que nos darás a mí y a mi hermano una respuesta. Lo sé.

Con lágrimas en los ojos, Belén lo miró con un brillo intenso, mostrando un aire de total dependencia, admiración y confianza incondicional.