Resumo de Capítulo 388 – Uma virada em El Regreso de la Heredera Coronada de Internet
Capítulo 388 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de El Regreso de la Heredera Coronada, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Segunda oportunidad, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
La familia Castro, Ángeles, ni uno debe quedar.
Belén sacó su teléfono móvil y comenzó a revisar atenta la lista de contactos. Finalmente, encontró un número: pertenecía a un grupo de compañeros que ella y Juan habían conocido durante sus años de lucha por sobrevivir en las calles.
En un principio, Juan había sido el mandadero de ese grupo.
Pero todo cambió de repente cuando Juan logró acercarse a Lourdes, la señorita de la familia Pérez. Desde entonces, ese grupo pasó de ser sus jefes a convertirse en sus subordinados.
La noticia de la muerte de Juan no se había divulgado aún. Incluso si hubiera salido a la luz, ese grupo de matones de bajo nivel jamás habría tenido acceso a los asuntos de la familia Pérez.
Sin embargo, ahora había una oportunidad perfecta para sacarles provecho a esto.
Belén marcó de inmediato el número.
La llamada se conectó rápidamente.
Al otro lado de la línea, el ruido era ensordecedor. Parecía que estaban en un bar o en algún lugar similar. Por la sorpresa en sus voces, era evidente que no esperaban recibir una llamada precisamente de Belén.
—¡Belén! ¡Caray! ¡Hace tanto que no sabemos de ti, Belén! ¿Cómo has estado? ¿Y Juan? ¿Cuándo nos reunimos para tomar unos tragos? ¿Ah..?
Qué ilusos.
El rostro de Belén se llenó de desprecio por completo.
En el pasado, este grupo no había perdido oportunidad alguna de humillar a Juan y a ella. Prácticamente los trataban como miserables perros.
Todo cambió cuando Juan ascendió en el mundo criminal. Su nuevo estatus los obligó a cambiar su actitud: empezaron a adularlo, lo llamaban "hermano mayor" y a Belén le decían con sutileza "hermana".
Belén había dejado de contactarse con ellos hacía tiempo. Incluso había considerado mejor eliminar su número de contactos, pero Juan la convenció de mantenerlo.
Siempre habrá cosas sucias que hacer, y para eso están ellos. Solo hay que darles unas cuantas migajas, como a los perros.
Ahora, era momento preciso de usarlos.
Adoptando una actitud de superioridad, Belén habló:—Mi hermano está ocupado. No es como ustedes, que no tienen nada mejor que hacer que andar de vagos por ahí, simplemente robando en las esquinas.
—¡Sí, sí, claro que sí, Belén! Tienes toda la razón. Nosotros somos unos don nadie comparados con Juan. ¡Juan es definitivamente un grande! ¡Incluso logró conquistar a Lourdes, la señorita de la familia Pérez!
—Ya basta de decir tonterías. No llamé para perder el tiempo con ustedes. Tengo un trabajito para ustedes. Si lo hacen bien, ¿quién sabe? Tal vez mi hermano se fije en ustedes.
Se rumora que, tras el incidente con el chofer Adalberto, Rafael y la esposa de este, Marisela, llegaron a un acuerdo económico y le otorgaron una generosa compensación.
Pero ¿qué ocurriría si Marisela también muriera?
Y no solo eso, sino de la misma manera: estrangulada, con su cuerpo y su auto sumergidos en el fondo de algún lago o río. ¿Ah…?
Tsk, tsk. Si un escándalo de esa magnitud se repitiera, ¿sería capaz la familia Castro de soportar de nuevo la presión?
Aunque no fueran los responsables, la opinión pública asumiría que la familia Castro estaba detrás del crimen.
Pensarían que, después de que las aguas se calmaron un poco, la familia Castro buscó vengarse de Marisela por algún tipo de resentimiento.
De esta manera, con solo mover algunos hilos, ¡la familia Castro se vería arrastrada inevitablemente a la bancarrota total!
Y una vez que un gigante colapsa, aplastar a su enemigo bajo los escombros sería una tarea bastante fácil, ¿no crees?
Cuando Belén terminó de explicar su detallado plan, los hombres al otro lado de la línea estaban en completo estado de shock.—Eso... eso es asesinato... ¡es un terrible delito!
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: El Regreso de la Heredera Coronada