El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 531

Paula, con un tono lloroso y temblorosa, tartamudeó: —Emiliano, Emiliano, puedo hacer mucho por ti, soy muy útil, ¡y además, tengo un mapa!

—Emiliano, en realidad te oculté algo. El mapa que te di tiene algo más que escondí. Así, cuando volvamos, te lo entregaré, ¿está bien?

Cuando la señora Lila llegó altiva para reclamar parentesco, su único fin era obtener el mapa de manos de Paula.

Para ganarse el favor de la familia Ruiz y aliarse con esta tía, Paula demostró su sinceridad entregando el mapa.

Sin embargo, guardó un secreto oculto.

¡Un secreto que ni siquiera Rafael conocía!

En una esquina del mapa, había un compartimento muy oculto, y dentro de él, una hoja hecha de oro tan delgada como una ala de cigarra.

La forma de la hoja era tan realista y el trabajo tan ingenioso que era admirable.

Paula no sabía qué era, pero algo tan codiciado, oculto en un mapa deseado por todos, definitivamente tenía que ser algo impresionante.

¡Quizás estaba relacionado con aquel legendario reino!

Dado que el objeto era tan pequeño y delgado, ni siquiera Rafael, quien originalmente obtuvo el mapa, lo había notado.

Paula, emocionada, decidió esconder la hoja de oro y no revelarla a nadie, ni siquiera a Emiliano.

¡Quién sabe, ahora podría ser algo que le salvara la vida!

—¿Oh? —Emiliano entrecerró los ojos y preguntó con una sonrisa—: ¿Qué cosa?

—Es una hoja, de material de oro, tan delgada como una ala de cigarra, pero las venas y texturas de la hoja son muy claras y hermosas. Creo que... ¡su valor coleccionable es definitivamente alto!

Al escuchar esto, el sentido de crisis volvió a surgir, y Paula levantó la pierna para correr.

Pero apenas cambió de dirección, Emiliano la atrapó fácilmente y, con un suave empujón, Paula cayó instantáneamente hacia la grieta detrás de ella.

—¡Ah!

Un grito penetrante cortó el cielo en este cañón estrecho y profundo, resonando trágicamente.

Fue entonces cuando Ángeles y Vicente, siguiendo el rastro, llegaron al cañón.

Mirando hacia abajo desde la cima del cañón, observaron toda la escena.

—¡Esa es Paula! ¿El otro es... el patriarca de la familia Ruiz?