El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 565

Esa mujer miró desesperada de un lado a otro, su expresión era de pánico total.

Nancy, sumida por completo en el desespero, gritó:

—¿Qué coños quieres hacer? ¡Suelta a mi hija! ¡Devuélvemela!

Pero eso era solo un sueño, como una película antigua que se repetía; solo podía ver cómo se desarrollaba todo sin poder intervenir en lo más mínimo.

Nadie podía verla, mucho menos escuchar el dolor y los gritos de una madre destrozada.

Nancy observó con dolor cómo le arrebataban a su hija, que había dado a luz con tanto esfuerzo.

Luego, la cambiaron por otra bebé, flaca y débil.

—Ambas llevan el apellido Castro, ¿mi hija es tan baja y vil, mientras que la hija de ellos nació en una familia rica, como una pequeña princesa?

—¿Ellos son muy ricos? He oído que son una familia rica de ciudad de la Luz de la Luna. ¡Una pareja tan adinerada, seguro que cuidarán bien a mi hija! Y como agradecimiento de todo esto, también les daré algo de comida a la pequeña princesa de su familia.

—Tranquila, no se va a descubrir.

—¿Cómo puede esta pequeña princesa tan noble terminar simplemente como sirvienta en nuestra casa? Cuando crezca, la venderemos por diez mil dólares. ¿Por qué me siento tan feliz por esto, jajaja...!

Su conversación, llena de orgullo y jactancia, estaba cargada de una indescriptible maldad.

¡Bum!

Al escuchar esas palabras, Nancy sintió que su cabeza iba a estallar.

No fue un accidente, ni tampoco un error en el intercambio.

Desde el principio, todo había sido planeado.

Nancy los reconoció, la pareja que había robado a su pequeña hija era esa despreciable pareja de Braulio y Lorena.

Eso hizo que Nancy en el sueño se llenara de furia.

—¡Ella no es su hija, no lo es! ¡Es una persona de doble cara, igual que sus verdaderos padres! ¡La trataban como si fuera un tesoro, pero ella igual mataría y destruiría sin límites!

Pero, por mucho que Nancy gritara, todo era solo una repetición.

La verdad de hace veinte años se desplegó lentamente ante sus ojos, desgarrándola de la manera más cruel.

Lo más doloroso de todo, fue que vio cómo su hija biológica era llevada por la miserable pareja de Braulio y Lorena.

Nancy no se atrevió a seguirlos, no pudo soportarlo, pero no pudo evitarlo; desde la perspectiva omnisciente de un sueño, vio cómo Braulio y Lorena trataban a su pequeña hija como a un vil perro.

Cuando Ángeles era pequeña, Braulio y Lorena aún se preocupaban por los rumores y habladurías de los demás, y a duras penas la cuidaron hasta que Ángeles cumplió tres años.

Después, la reputación de esa pareja empeoró cada vez más: robaban, mentían, eran astutos y crueles, y esos miserables no tenían ningún sentido de la moral.