El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 617

Ángeles no tenía intención de quedarse tan tranquila de brazos cruzados justo en este momento cuando Vicente y Lourdes habían preparado una trampa para Juan, simulando que la familia Pérez había perdido a su líder, lo cual desató una feroz lucha por el poder entre varias facciones.

Juan cayó enseguida en la trampa.

De inmediato, contactó a su patrocinador para que Emiliano organizara a su gente y tomara control de la situación en la familia Pérez.

Sin sospechar nada, Emiliano accedió a hacerlo.

Se esperaban problemas esa misma noche; Juan creía contar con el apoyo de la familia Ruiz y planeaba apoderarse del sello como fuera para controlar al Grupo Pérez por la fuerza.

Pero lo que lo que no esperaba era que Vicente, a quien ya no consideraba una amenaza, terminaría destruyendo a la familia Ruiz al mismo tiempo.

Por supuesto, estos eran eventos que ocurrieron más tarde.

Ángeles decidió no involucrarse en ese asunto y, después del almuerzo del día siguiente, le pidió prestado un auto a Vicente. No ocultó sus planes ni sus intenciones; habló de manera abierta sobre el caso de desaparición y mencionó que había contratado a algunos mercenarios.

Ahora, su mono había desaparecido, y por razones tanto emocionales como lógicas, debía ir a buscarlo.

Vicente no se opuso a que fuera, pero preguntó: —¿Quieres que te organice un guardaespaldas?

—No es necesario, sería demasiado llamativo. Además, tengo a Bárbara y otros cinco mercenarios conmigo, estoy segura —respondió con firmeza Ángeles.

Ángeles siempre había sido discreta en sus acciones, en especial en momentos como este, para evitar alertar a quienes estaban detrás de toda esta tragedia.

—Ten mucho cuidado —Vicente extendió su mano y apartó un mechón de cabello de la oreja de Ángeles, su mirada era oscura como la tinta y profundamente seria.

Ángeles alzó una ceja satisfecha, pensó que Vicente no la dejaría ir.

Para su sorpresa, él accedió sin decir ni una sola palabra.

Eso era mejor, así no tenía que discutir más al respecto.

Justo cuando Ángeles estaba a punto de irse, Vicente la tomó del brazo, la abrazó por la cintura y le dio un profundo beso en los labios. En ese preciso momento, Ángeles sintió algo frío y duro en su mano.

—... —Ángeles se zafó don rapidez de su abrazo, queriendo regañarlo. ¿No había sido suficiente con el ejercicio sexual de anoche?

¡Estos últimos días casi le habían roto la cintura!

Ángeles retrocedió hasta que estuvo a una distancia segura y no pudo evitar lanzarle una mirada fulminante. Pero al observarlo detenidamente, la belleza de Vicente era en realidad impresionante, como la de un dios, deslumbrante y seductor. Cuando no sonreía, su rostro era afilado e inquietante.

Pero cuando sonreía, era como si el hielo se derritiera y todo renaciera, era extraordinario y deslumbrante.

Ángeles se sintió confundida por él y no pudo mantener su dureza, su tono se suavizó de manera involuntaria: —Espera a que regrese, ¿eso estaría bien?

—Mmm.

Vicente sonrió al instante y agacho la cabeza.

En su expresión, Ángeles leyó que él estaba pensando en probar nuevas posturas sexuales...