El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 630

—¡No puedo calmarme ahora, estoy a punto de explotar! ¡Emiliano, más te vale que me expliques! —exclamó el hombre vestido de negro, visiblemente furioso.

¡El hombre de negro está encolerizado!

Algo grave debió haber ocurrido para enfurecerlo tanto.

Lo único que podría importarle y preocuparle demasiado al hombre de negro estaba relacionado con el grupo de jóvenes secuestradas.

Emiliano, muy astuto, al instante lo adivinó y preguntó, —¿Los secuestrados han escapado?

—No escaparon, ¡fueron todos rescatados! Acabo de regresar al sótano y descubrí que todas las cerraduras habían sido forzadas, ¡y no quedaba nadie allí!

El hombre de negro se enfurecía más y más a medida que hablaba, y aunque no se podía ver con claridad su rostro, se podía sentir la ferocidad en su voz, —¡La persona que los rescató incluso me dejó una simple nota!

—¿Sabes qué decía? ¿Eh? ¿Sabes qué decía?

Una nota capaz de enfurecerlo tanto, definitivamente tenía un fuerte impacto.

Emiliano, preocupado se frotó los ojos, y se sintió increíblemente irritado. —¿Quién podría haber encontrado el sótano y haber roto tantos mecanismos para rescatar a la gente?

...

Cinco horas antes.

Ángeles había tomado prestado un auto de la familia de los Pérez y partió con Bárbara.

Durante el viaje en auto de Bárbara, Ángeles estaba constantemente ocupada con su celular y computadora.

La última ubicación conocida del Mono estaba cerca de una montaña, sin más pistas disponibles.

Todos contestaron y golpearon sus mochilas, —Todo está listo.

—Entonces, vamos a subir la montaña.

Ángeles llevaba una sudadera negra, un jeans oscuro y se había puesto un par de zapatillas deportivas específicamente para la ocasión, vestimenta adecuada para escalar.

Esta vez, no solo se trataba de escalar, sino también de una búsqueda nocturna en la montaña.

Ángeles tomó una linterna y distribuyó mapas temporales al resto del grupo, instruyéndolos con detenimiento. —Vayan por estas dos rutas y exploren la montaña. Si algo sucede, asegúrense de enviar enseguida una señal.

—Si hay gran cantidad de enemigos y no pueden superarlos, entonces huyan, corran tan rápido como puedan, nadie debe hacerse el héroe aquí; no quiero rescatar al Mono y luego tener que venir a rescatarlos a ustedes, ¿entendido?

Ángeles habló con seriedad, su mirada recorrió los rostros de cada uno hasta que todos entendieron, entonces retiró la vista, —¡Adelante!