El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 674

En ese momento, el deseo de Lourdes de matar a Belén se multiplicó por decenas respecto a antes.

Cuanto más había querido y cuidado a Belén en el pasado, más la odiaba ahora. Recordar cómo esa desgraciada la había engañado completamente la hacía desear poder retroceder el tiempo y eliminar personalmente a esa pareja adúltera.

Todo su cariño y devoción previos eran ahora una broma cruel, un desperdicio de sinceridad y afecto.

Lourdes lamentaba haber dudado en aquel momento y haber dejado a Belén con vida, lo que le había dado la oportunidad de escapar y ahora, a su vez, permitía que Belén amenazara la vida de su hijo.

No descansaría hasta ver a Belén despedazada.

Viendo lo furiosa que estaba Lourdes, Ángeles hizo una pausa y respondió: —En efecto, alguien me infectó con larva venenosa, pero no tiene mucho que ver con Belén, probablemente son las personas detrás de ella.

Bárbara intervino: —De todas formas, hay que llevar la cuenta, ya sea un cargo más o uno menos no hace la diferencia. Claro, lo más importante ahora no es eso, sino resolver lo que tenemos delante.

—Exacto, lo demás podemos hablarlo después —asintió Lourdes, luego miró a Ángeles con algo de preocupación—. Ahora me preocupa más tu estado, ¿realmente estás bien?

—Estoy bien.

Ángeles no sentía que estuviera siendo controlada, como si algo que normalmente la afectaría hubiera sido bloqueado por alguien más.

Era extraño.

Pero lo que más importaba ahora era lo que estaba sucediendo en el centro del área de la explosión.

—¡Vamos!

No se demoraron más y continuaron ascendiendo.

Mientras tanto, al pie de la montaña, un auto blindado negro frenó bruscamente, las ruedas chirriaron contra el pavimento dejando marcas visibles.

El auto se sacudió violentamente un par de veces y luego, la puerta se abrió de golpe, bajando primero dos subordinados, quienes con los ojos rojos gritaron hacia el interior del vehículo: —¡Señor Emilio!

Así que, ¿la situación actual de Emilio, su repentina pérdida de control, era efecto de la larva venenosa?

Emilio comenzó a caminar hacia adelante, sus largas piernas avanzaban rápidamente y en poco tiempo se distanció de sus subordinados.

El sonido de la campanilla en sus oídos se volvía cada vez más urgente, acompañado por una voz ronca y seductora, casi cantando con un tono antiguo y solemne, una invocación irrevocable.

—Ven aquí, ven a mí.

Los pies de Emilio comenzaron a moverse de forma incontrolada hacia adelante, pero su mente aún mantenía algo de claridad. Se dirigió a sus hombres detrás de él: —¡No sigan, vayan!

—Señor Emilio...

—¡Vayan!

Con una voz ronca, Emilio expulsó la última sílaba y luego corrió a toda velocidad hacia la montaña.