El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 690

Era Emiliano.

Emiliano miró con dificultad al hombre de negro y dijo en voz baja: —Señor, hice todo lo posible, el resto depende de ti ahora. Lo que te acabo de pasar son dos Composition C-4, úsalos con cuidado. Si no queda más remedio, busca la oportunidad de hacer explotar su cerco y escapa, no te preocupes por mí...

Al oír esto, el hombre de negro se sintió conmovido.

No esperaba que Emiliano le entregara estas bombas de supervivencia.

El hombre de negro pausó un momento y respondió con voz grave: —Tranquilo, volveré a rescatarte.

Emiliano asintió con dificultad y mostró una sonrisa: —Confío en ti.

El hombre de negro entonces moldeó uno de Composition C-4 en una forma irregular y, mientras se defendía, se acercó al SUV.

Los miembros del Centro Nacional de Inteligencia, recordando la orden de capturar vivos, se contuvieron en sus movimientos, intentando agotar la energía del hombre de negro y llevarlo a una situación desesperada sin emplear golpes mortales.

Así, el hombre de negro aprovechó la oportunidad y se acercó a unos pocos pasos del SUV.

Capitán, que observaba la pelea, entrecerró los ojos. Notó que el hombre de negro había estado manipulando algo en sus manos y que había tenido un breve intercambio con Emiliano, pero debido a la obstrucción visual, no pudo ver lo que el hombre de negro tenía en las manos.

Pero mientras el hombre de negro retrocedía paso a paso, un nervio de alerta de peligro en la mente de Capitán de repente saltó y avanzó un paso, gritando con fuerza: —¡Dispersaos, apartaos!

Pero fue demasiado tarde.

El hombre de negro recogió una piedra y lanzó el C4 hacia atrás, mientras él rápidamente saltaba detrás del SUV, usando el vehículo como cobertura.

Sin embargo, ahora, Capitán estaba listo para capturar personalmente.

Capitán se arrancó los guantes y los arrojó a un lado, ordenando a otros dos miembros no afectados que atendieran a los heridos, mientras él mismo avanzaba paso a paso hacia el hombre de negro.

El hombre de negro se escondía detrás del SUV, cuyo robusto cuerpo a prueba de explosiones lo había protegido de cualquier daño, pero antes de que pudiera aliviarse, sintió una ráfaga intensa de viento desde atrás.

El hombre de negro levantó la cabeza por instinto, nunca olvidaría este momento: vio una figura delgada y ágil saltar sobre el techo del SUV y luego lanzarse desde allí, en el instante en que miraba hacia arriba, fue golpeado duramente en el ojo por un puño que caía del cielo.

—¡Ah!

El hombre de negro gritó de dolor, cubriéndose los ojos. No pudo esquivar el golpe, y su ojo probablemente se había reventado. Lágrimas fisiológicas mezcladas con sangre brotaban profusamente, oscureciendo y distorsionando su visión del mundo.