Das histórias de Internet que li, talvez a mais impressionante seja El Secreto de Mi Prometido. A história é boa demais, me deixando com muitas expectativas. Atualmente, o mangá foi traduzido para Capítulo 313 . Vamos agora ler a história El Secreto de Mi Prometido do autor Internet aqui.
—¿¡Mierda, esta vieja no se habrá muerto!? —Maldijo el hombre.
El otro sujeto, que se encontraba a su lado, dijo. —¿En serio? ¿Te pedimos que la bañaras un poco y así es como lo hiciste?
El primer sujeto temblaba de frío. —No sabes lo mal que olía, no lo soportaba. Solo pude lanzarla al mar. ¿Cómo iba a saber que no sabía nadar? ¡Qué mala suerte! Al final tuve que meterme a salvarla yo mismo, casi me congelo. Llévatela, búscale un médico, no vaya a ser que esta maldita se muera. Yo me voy a cambiar de ropa.
—Está bien, date prisa. Si llega el jefe y no estás, se va a enfadar demasiado.
—Ya lo sé, no te preocupes ya lo sé.
...
Valentina volvió a abrir los ojos tres horas más tarde.
A medida que recobraba la conciencia, movió los ojos para observar su entorno.
Un espacio oscuro y estrecho, muy parecido a aquel cuarto del barco.
Sintiendo el movimiento, Valentina concluyó que ahora debía de estar en un auto.
Ese lugar tan oscuro debía de ser la caja de un camión de carga.
La ropa que llevaba seguía aún empapada, aunque ahora tenía encima una manta gruesa. Al parecer, aquellos hombres tenían mucho miedo que muriera de frío.
Valentina se envolvió con fuerza en la manta, abrazándose temblorosa a sí misma, y lloró desconsolada.
Este camino había sido tan doloroso.
Ya no tenía el aspecto de una señorita de familia acomodada. Aunque no se hubiera mirado al espejo, podía imaginar que su aspecto era como el de una mendiga callejera.
Lloraba desconsolada entre sollozos, y cuando se cansó de llorar, se recostó contra la pared metálica del camión para descansar.
Aunque estaba cubierta por una sucia manta, la ropa mojada seguía helada hasta los huesos, haciéndola temblar como si estuviera adentro de un pozo helado.
Valentina sospechaba que el camión se dirigía hacia Puerto Bella.
Quizás en unas horas podría ver a Andrés.
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