La intención de la mujer era solo molestar a Carolina, ¿cómo iba a insultar al señor Loza?
—¿Qué tonterías estás diciendo?
—Oh —los ojos de Carolina destilaban burla—, claro que juré, ¿no? Si él no tiene descendencia, pues eso demostraría que rompí mi promesa. Pero ni idea si ya no puede tener hijos. ¿Por qué no lo pruebas tú por mí?
—¡Tú! —la mujer la fulminó con la mirada.
Las amigas que estaban a su lado también abrieron los ojos de par en par, incrédulas.
¿Acaso Carolina se había vuelto loca?
¿Acababa de insinuar que otras fueran a coquetearle a su prometido?
—Bah, solo presumes ahora porque puedes, pero en cuanto llegue Marisol, vas a querer esconder la cara de la vergüenza.
A Carolina se le había olvidado que, en un evento tan importante como este, la hija adoptiva preferida de la familia Loza no podía faltar.
...
—Hermana, mi mamá y yo llevamos días llamándote, ¿por qué no contestas?
Con calma, Carolina se giró y vio a Zoe Sanabria acercarse hecha una furia.
Desvió la mirada hacia la mujer elegante que la acompañaba; reconoció a su madrastra, Estela, quien le sonrió con cortesía.
—Carito, ¿no decías que te ibas a casar con Alexis? No vi que lo presumieras en el grupo familiar.
Carolina apartó la vista y sacó su celular.
—Ay, perdón, sin querer salí del grupo. De todos modos, a ustedes tres les va bien juntos, ¿qué más da si falto yo?
Pablo Sanabria no había venido esa noche.
Desde que su mamá falleció cuando tenía tres años, y a los tres meses su papá se casó con Estela, Carolina sintió que su propio padre se había convertido en un extraño más.
—Carolina, ¿qué quieres decir con eso? ¿Podrías mostrarle un poco de respeto a mi mamá?
Sin darle tiempo de responder, Zoe alzó la voz, emocionada, al ver a alguien llegar.
—¡Marisol llegó! Mamá, voy con ella.
Estela le sonrió, disimulando cualquier molestia.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Tío que Robó Mi Corazón