«Ming, ¿dónde estás trabajando a medio tiempo ahora? La clase extra de matemáticas esté empezando en este momento. Y He reprobará a quien no esté presente. Ya traje tu libro, entonces ve directo al salón 602». Qin Ming vio el texto que le envió su compañero de cuarto Zhao Liniu en cuanto salió del Mercedes-Benz.
Qin Ming no tuvo otra opción más que correr para ir al aula.
Sin embargo, ya era tarde cuando por fin llegó. Qin Ming se quedó de pie en la entrada y dijo en voz alta.
—Siento llegar tarde profesor.
Pero He ya estaba a mitad de la clase, por lo que lo ignoró. Continuó resolviendo la ecuación en el pizarrón por otro minuto. Entonces juntó sus manos tras haber resuelto la ecuación y miró de reojo a Qin Ming, quien seguía de pie en la puerta y sudaba.
La atmósfera se sentía incómoda para Qin Ming ya que el profesor lo ignoraba. Los demás estudiantes en el aula lo miraban con tristeza, o con gestos de burla. Algunos lo veían sin expresión alguna.
—Qin Ming, ¿vienes a la universidad a trabajar o a aprender? Si te gusta tanto trabajar, entonces deberías de saltarte el paso de estudiar y enfocarte en tu trabajo. Debes de estar orgulloso de lo que haces, lavar platos en la cafetería no es para nada humillante —dijo He con voz descontenta—. Mírate, sigues usando tu uniforme de trabajo. Sin mencionar que no tienes tu libro. ¿Crees que eres alguna clase de genio que puede asistir a mi clase sin traer alguna referencia?
Él le lanzó una ráfaga de preguntas con enojo. El salón estaba silencioso ya que todos podían ver lo enojado que estaba.
Qin Ming no se atrevió a discutir con él. «No puedo decir nada porque sí llegué tarde. Solo dejaré que me regañe hasta que esté feliz».
En ese momento, otras 2 personas aparecieron en la entrada del aula. Eran Yang Wei y Li Meng. El trío asistía a la misma clase.
Yang Wei y Li Meng querían molestar a Qin Ming al ver que seguía usando su uniforme del trabajo. Pero solo anunciaron su llegada.
—Sentimos llegar tarde profesor.
Él frunció el ceño y les hizo un gesto con su mano.
—Entren ahora. No vuelvan a llegar tarde.
He Qiu era un profesor de edad avanzada, pero también era un esnob. Lo dejó pasar por que Yang Wei provenía de una familia adinerada. Incluso le regaló algunas cosas cuando Yang Wei reprobó su asignatura. Por lo que He Qiu se encargaba muy bien de él.
«Está actuando con mucho favoritismo en público de forma tan evidente, pensé que los interrogaría también, pero no lo hizo».
Qin Min no estaba feliz por ser tratado con tanta injusticia.
—¿Puedo entrar ahora? Yang Wei y Li Meng ya entraron.
Yang Wei ya estaba sentado y aprovechó la oportunidad para burlarse de Qin Ming.
—¿Qué sucede? Pensé que te estabas preparando para otro trabajo de medio tiempo. Mírate, no quieres ni quitarte el uniforme. Nunca vi a nadie tan feliz de ganar tan poco dinero…
—Ja, ja, ja… —Algunos estudiantes comenzaron a reírse.
—Oh, ¿qué es ese olor rancio? Es la clase de hedor que emana del basurero de la cafetería. ¿Quién trajo ese hedor a la clase? —añadió Li Meng.
Algunos se apretaron la nariz y dijeron con tono asqueado siguiéndole el juego a su comentario.
—Pfff, Qin Ming ni siquiera tienes la decencia de bañarte antes de venir a clase. Tu olor está contaminando todo el salón.
Li Meng sonrió de forma engreída. «La venganza es un plato que se sirve mejor frío. Él me humilló en la cafetería con eso de mi “pago sexual”. Por suerte no había tanta gente ahí en ese momento. Mi reputación se hubiera arruinado si alguno de mis amigos hubiera estado ahí».
Li Meng pensó en su interior. «¿Cómo terminé siendo su novia? Su apariencia no significa nada si es pobre. ¿Esperaba que una belleza como yo sufriera una vida de pobreza junto a él? Qin Ming debería mirarse en un espejo. Cualquiera estaría asqueado por el olor rancio que tiene. ¡Debería de avergonzarse a sí mismo!».
He Qiu continuó con su discurso.
—¿Estás feliz ahora? Alteraste la paz en este antes armonioso salón. Te dejaré quedarte si puedes resolver la siguiente pregunta de algebra. Si no, entonces deberías de venir a la siguiente clase a tiempo y después de haberte lavado para quitar ese rancio hedor de tu cuerpo.
Qin Ming mordió su labio. Estaba haciendo su mejor esfuerzo por contenerse. «¿Qué hice para merecer esto? A Yang Wei y a Li Meng no les dijeron nada por llegar tarde y a mí sí, ¿estoy siendo juzgado por todos para poder entrar al salón? Y no me digan que es porque no pago mis colegiaturas. Soy pobre, pero al menos las pago a tiempo y completas».
A pesar de su razonamiento santurrón, Qin Ming no se atrevió a cuestionar la autoridad del profesor. Las consecuencias serían terribles si He Qiu decidiera suspender a Qin Ming por ser grosero.
Qin Ming caminó a la plataforma y observó la pregunta de algebra en el pizarrón.
No había muchas personas que fueran capaces de obtener buenas notas en los niveles adicionales de matemáticas en la universidad. La mayoría de los estudiantes tendían a reprobar la asignatura. Incluso Yang Wei y Li Meng apenas pudieron pasar la materia por medio de un soborno.
Yang Wei incluso presumió esto frente a Qin Ming. Cualquier problema que pudiera resolverse por medio del dinero no era un problema en lo absoluto para él, le dijo con orgullo.
He Qiu se quedó de pie junto a Qin Ming sintiéndose confiado. «¡Je! Este es un nuevo tema que acabo de enseñarles hoy. Es imposible que alguien como tú, que trabaja en tantos empleos de medio tiempo tenga tiempo para lo académico también. Pfff. Este chico huele tan mal que su rancio hedor me llega hasta acá».
Algunos de los estudiantes al fondo del aula preguntaron con curiosidad.
—¿Crees que pueda resolverlo? Después de todo, es un nuevo tema. Aunque él es muy inteligente.
—En verdad dudo que pueda. Ese tipo ha estado trabajando en tres trabajos distintos para poder comprarle en nuevo iPhone a Li Meng. Trabaja en la cafetería en las tardes, después como repartidor y como guardia de seguridad en una cantina en las noches. ¿Crees que tenga tiempo para estudiar? —Yang Wei hablaba con desdén.
Ling Meng también se burló de él.
—Estoy segura de que no podrá resolverlo. El profesor hizo una sabia decisión al no dejarlo entrar al aula. Ese pobre bast*rdo está actuando de forma muy descarada al pensar que está calificado para tomar la misma clase que nosotros.
Zhao Liniu el compañero de habitación de Qin Ming no pudo soportar más los comentarios de Ling Meng.
—Li Meng, ¿qué te pasa? ¿No eres la novia de Ming? ¿Entonces por qué te burlas de él, así como Yang Wei?
—Terminamos, ese perdedor no me merece. Solo es un pedazo de m*erda bueno para nada. —Se apresuró a decir ella.
—¡Guau! —exclamó uno de los estudiantes. Qin Ming escribió en el pizarrón con rapidez, resolviendo así la pregunta. Ese genio incluso dibujó un diagrama para expresar con claridad la solución.
He Qiu se quedó estupefacto por la detallada explicación, paso por paso, escrita por Qin Ming para resolver la pregunta.
En ese instante se dio cuenta de que Qin Ming era un estudiante muy trabajador por todos sus años de experiencia enseñando.
Qin Ming se sintió mejor cuando notó la sorprendida mirada en el rostro de He Qiu, así como las miradas de admiración de sus compañeros. Lo que más lo animó fue el rostro sombrío de Yang Wei.
Los estudiantes que seguían en el aula pensaron que la escena era hilarante. Li Meng antes le hablaba de la misma manera a Qin Ming y lo arrastraba con ella para comer.
Pensaron que Qin Ming se había levantado al escuchar lo que decía ella, como si aún fueran una pareja.
Qin Ming la aborreció por cuanto había cambiado. «¿En serio tenía que intentar con tanto ahínco de asquear a todos?».
Él no iba a dejar que se pasaran de la raya, como si fuera alguien a quien podrían molestar todo el tiempo. «No me culpes por no tener corazón, tú eres la que provoca que sea así».
—Yang Wei, venimos del mismo pueblo. Ahora que terminé con Li Meng, en verdad espero que la trates bien. Ella es la chica que amé después de todo —él habló con una expresión de dolor.
Todos estaban impactados por la súbita melancolía de Qin Ming. Pensaban que estaba actuando como un gran perdedor.
Alguien dijo con desdén.
—Perdedor, ¿perdiste la cabeza cuando terminaron?
Zhao Fugui se burló.
—Yang Wei es un hombre de verdad y merece estar con una belleza como Li Meng. Tú solo eres un mal perdedor.
—Esa solo es una declaración retórica. Li Meng tomó la decisión correcta al elegir ser mi mujer. ¿Esperabas que se quedara a tu lado y viviera en la pobreza? —dijo Yang Wei con tono engreído.
Qin Ming habló en tono triste.
—A Li Meng le gusta dormir desnuda. Por lo que debes de cubrirla con una manta en las noches para evitar que se resfríe. Además, cuida de su cuerpo cuando quieras tener sexo con ella. Hoy es el día 8 del mes, entonces debería de tener su periodo ahora. Ella me complacía con su boca cuando tenía su periodo. Normalmente le compraba pastillas para la tos sabor menta para aliviar su garganta cuando me divertía demasiado usando su boca. Ah, deberías de saber que, aunque está en una gran condición física, se cansa muy rápido y sus partes íntimas se secan con bastante facilidad. Te sugiero que uses lubricante para prevenir cualquier incomodidad por la fricción.
Todos se quedaron pasmados por las descaradas palabras de Qin Ming.
—¡Maldito seas! —Li Meng temblaba por la ira. Sujetó un libro y se lo arrojó a Qin Ming. «Ese estúpido acaba de decirle nuestro pasado a todos. Y tenía que decirlo enfrente de Yang Wei. ¿Y si el ya no me quiere por ser un “producto de segunda mano”?».
El discurso de Qin Ming había volteado la situación. Todos los estudiantes estaban entretenidos al ver la escena.
—Ja, ja, ja, ja, que noticias tan explícitas sobre ti, Li Meng.
—Qin Ming, eres terrible por decir esto frente a todos.
—Yang Wei, te estafaron, te dieron un producto «de segunda».
Yang Wei se había sentido avergonzado por segunda vez en el día de estar con Li Meng. Estaban a punto de etiquetarlo como alguien que se quedaba con «productos de segunda mano» en ese momento. «Pero no puedo romper con ella sin que hayamos dormido juntos al menos una vez, Después de todo, ¡gasté más de 10,000 para complacerla!».
—¡Cállate! Te lo advierto. Soy muy rico, no te mostraré misericordia alguna si molestas a mi novia una vez más, aunque vengamos del mismo pueblo. Ya lo verás —lo amenazó él debido a la vergüenza que sentía.
—¿Quién está molestando a quién? No pienses que puedes solo humillarme —se burló Qin Ming.

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