Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 219

219 /347

Después de conducir durante 20 minutos en el coche, los ojos de Scarlett seguían fríos por el arrebato de antes. Había amado a ese hombre, y lo había odiado. Era demasiado doloroso mantenerlo en su corazón, quería sacarlo de su vida, ¡pero él seguía apareciendo y revolviendo todo!

—Tan despiadada con él, ¿eh? —Silco rompió el silencio con tono burlón—. ¿Segura que no te arrepentirás? Sé cuánto lo amabas.

—¡Eso no es asunto tuyo! —Scarlett resopló fríamente, su tono nada parecido al de la niña mimada que mostraba ante los demás.

—Auch —el hombre se rio, sin parecer ofendido—. Pensé que estábamos construyendo una buena relación aquí. ¿Qué te molesta, princesa?

—¡Te dije que...! —Scarlett se giró hacia él, pero en lugar de continuar su arrebato, se lanzó sobre el hombre debido a un giro brusco—. ¡Dios mío!

Para su sorpresa, Silco la atrapó suavemente por los hombros. Solo después de comprobar que estaba bien, se volvió y regañó con tono severo. —Arthur.

—Lo siento, señor —respondió su conductor mansamente.

Scarlett se sujetó los hombros, retrocediendo a su propio rincón con el corazón latiendo rápidamente. Una parte de ella también sospechaba de las intenciones de Silco; un hombre rico y poderoso apareciendo para satisfacer sus necesidades justo cuando más ayuda necesitaba, dándole todo lo que quería para su aparentemente imposible venganza... ¿sin pedir nada a cambio? Demasiado bueno para ser verdad. Incluso en sus días más confusos, con su cerebro demasiado disperso, Scarlett lo sabía.

Silco nunca había hecho ningún movimiento inapropiado hacia ella, pero aún le sorprendió que eligiera un camino tan caballeroso cuando la oportunidad se le presentó.

Si Scarlett le había mentido a Sebastián sobre cuánto confiaba en Silco antes, ahora era mucho más cierto.

¿Podría ser sincero... queriendo ayudarla? ¿Estaba allí solo porque también quería saldar su vieja deuda con los Fuller? ¿Podría... realmente confiar en él? Era demasiado estúpido cometer el mismo error, y lo último que Scarlett quería hacer era confiar en la persona equivocada. Pero...

Con el corazón acelerado, Scarlett le lanzó una mirada al hombre, solo para encontrarse con sus ojos risueños. Y lo que lo hizo aún peor...

—¿Estás sonrojada? —se burló el hombre, y al instante el rubor se extendió desde sus mejillas hasta sus orejas.

—¡No sé de qué estás hablando! —Scarlett desvió la mirada hacia la ventana.

El hombre rio lentamente con voz baja. Extrañamente, Scarlett no lo odiaba tanto ya.

—Te lo dije —el hombre finalmente terminó su diversión, hablando lentamente mientras posaba sus ojos en la ventana de su lado para que las ardientes orejas de Scarlett pudieran enfriarse—. Amo a mi esposa, muchísimo. A ella no le agradan los Fuller, así que son mis enemigos. No estoy interesado en ti, no de esa manera.