Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 237

No era que Scarlett quisiera admitirlo, pero ese idiota tenía una voz realmente agradable. En lugar de la pureza que la dulce y clara voz infantil de Alice le daba a la canción de cuna, su voz ronca transmitía una sensación más segura. Mágicamente, el poder masculino incrustado en una canción tan suave, de alguna manera, la hizo más reconfortante.

Quizás ese era el poder que debía tener una canción de cuna: la seguridad proporcionada por los padres.

—Oye, ¿cómo te sientes, pequeña? —Damian tocó suavemente la barbilla de Scarlett con un dedo curvado, y su voz resonó con algo profundamente escondido en la memoria de Scarlett, como si alguna vez hubiera existido un niño pequeño cuya voz compartía apenas un mínimo rasgo con la de Damian, pero exactamente el mismo tono cuando la miraba desde arriba, justo como en ese momento, y la llamaba "pequeña".

El episodio había terminado, pero los ojos de Scarlett permanecían muy abiertos, como los de un animal asustado mientras demasiados recuerdos y preguntas se amontonaban en su cabeza intentando escapar. La primera que logró salir fue...

—¡¿Quién te dijo que usaras esa canción conmigo?!

¿Alice? ¿Lilith? Ambas sabían sobre eso, pero al mismo tiempo, Scarlett dudaba que cualquiera de ellas hubiera tenido la oportunidad de mencionárselo a Damian, sabiendo que él sería el último hombre en la tierra con quien Lilith hablaría. La último que Scarlett supo fue que Damian solo intentó hablar con Alice, y eso fue pasando dificultades y arriesgándose a ser arrestado por secuestro en un parque público.

¿Quién más lo sabía? Silco.

¿Silco podría habérselo dicho a Damian? No, Silco solo conocía a Damian como una cara famosa en las noticias. Además, no se sentían lo suficientemente cercanos como para intercambiar información tan privada.

¿Alguien más? Algunos miembros del equipo médico que Silco reunió para Scarlett, pero todos firmaron un estricto acuerdo de confidencialidad sobre cualquier cosa relacionada con su condición.

Entonces, ¿cómo supo Damian como ayudarla? ¿Cómo tomó el método correcto sin siquiera un segundo de duda? ¡No creería que eso fuera una coincidencia, ni en un millón de años!

—¡Elige bien tus próximas palabras, Vanderbilt! ¿Cómo supiste como ayudarme? —le advirtió Scarlett, mirando fijamente a Damian mientras todo tipo de pensamientos oscuros cruzaban por su mente. ¿Había sobornado a su equipo médico con dinero? ¿La había estado siguiendo o vigilando? ¡¿Cuánto más sabía sobre sus años oscuros?!

—¡Tengo un amigo que sufrió un período de ataques de pánico! —Damian levantó ambas manos, explicando con una mirada asustada ante el repentino cambio de tono de Scarlett—. ¡Cuando te vi en el suelo, simplemente supuse que era eso porque era exactamente cómo se veían los episodios de mi amigo!

—Sí, claro, es un ataque de pánico, ¡pero eso no es lo que estaba preguntando! ¡¿Por qué me cantaste esa canción?!

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