Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 286

Scarlett estaba considerándolo seriamente.

No podía demandarlos solo por presenciar un accidente automovilístico, sin importar cuán horrible fuera ver a una madre morir mientras sacaban a su bebé que estaba a su lado. Ellos podrían y lo harían, Scarlett estaba segura de ello, afirmar que Emma les había suplicado que salvaran a su bebé. De hecho, esa fue la primera versión de la "verdad" que Jack Fuller había contado, cuando Scarlett intentó encontrar a su propia familia.

Pero, ¿y si ellos estuvieron involucrados en el accidente? ¡Podría demandarlos! Siempre y cuando pudiera probarlo dentro del plazo de prescripción.

¿Cuánto tiempo era ese plazo para un atropello con fuga? Scarlett no estaba segura.

—Entonces dime, ¿qué pasó? —Exigió saber Scarlett, no cedería aunque la señora Green comenzara a sospechar mientras sus ojos de águila se posaban sobre quienes susurraban.

—¡No presiones! —Le advirtió Anna Fuller.

La señora Green miraba a Scarlett con ojos suspicaces, al igual que todos los que esperaban el anuncio de Sophia Green. No había tiempo para dudar, pero ¿podía confiar en Anna Fuller nuevamente? ¿La mujer que había sido una mentirosa, la mejor mentirosa de la familia en realidad, durante más de veinte años?

Scarlett miró a Sebastián, sin razón aparente.

Debía odiarlo; lo había amado una vez, solo para que la decepcionara una y otra vez, hasta que perdió a su bebé, lo último que le quedaba, por su culpa. Pero aún así, en el momento en que necesitaba un buen consejo con urgencia, sobre una de las decisiones más importantes de su vida, no pudo evitar mirar al hombre que una vez fue su sol.

Odiaba cuánto crédito le daba todavía.

Pero Sebastián no hizo ninguna indicación, fue como si no pudiera ver que ella buscaba una pista. Sin embargo, él lo sabía; la conocía demasiado bien como para no entender su mirada, simplemente no quería ayudar.

Scarlett apretó los dientes con rabia, apartando la mirada de él.

—¡Bien! —Siseó.

Una última vez. Solo le daría crédito a Anna Fuller por esa última vez, no por confianza, sino por el espíritu de un acuerdo de negocios.

—Sí lo recuerdo. —Asintió Scarlett con la voz un poco más alta, dando una respuesta ambigua, para dejar algo de espacio para cambiar su testimonio en caso de que Anna se retractara después.

La señora Green entrecerró los ojos como un águila peligrosa, pero no insistió más.

Sebastián le preguntó a Scarlett. —¿Estás segura? —En su tono no había ni felicidad ni decepción, como si lo que todos; Scarlett, Anna o Ava, pensaban que estaba haciendo no fuera más que una charla inocente, sin intención de revelar ninguna verdad.

Scarlett no podía descifrar qué era lo que ÉL quería.