Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 322

Ava estaba por llegar.

Acostada en la cama, Scarlett podía escuchar los tacones altos en el pasillo. A regañadientes, reconoció la pesadilla de su infancia: los pasos de Ava.

Ava no entró, solo habló con Sebastián, quien aparentemente estaba vigilando la puerta.

—¿¡De verdad lograste que se lo bebiera!? —Ava celebró como un pájaro emocionado—. ¿Está ahí dentro?

—¿Dónde más? —Preguntó Sebastián con impaciencia—. ¿Dónde está mi pago?

Scarlett lo habría despedazado solo con los dientes si hubiera podido, pero no podía. Ni siquiera podía liberarse de su maldita corbata, mucho menos conseguir su improbable venganza. Todo lo que podía hacer era gritar, pero eso nunca le había funcionado antes.

Scarlett miró hacia la ventana.

No estaba demasiado lejos, ni demasiado alta sobre el suelo.

—He cambiado de opinión —dijo Ava con su emblemática voz dulce—. Renunciaría al heredero de la familia Green, por ti Sebastián.

Ava enfatizó su nombre, innecesariamente alto.

—Ella está completamente inconsciente, así que nadie puede oírte. —Sebastián se burló fríamente de Ava, señalando su pequeño truco.

Scarlett ya no estaba segura de qué lado estaba Sebastián. Le había dicho a Ava que ella bebió el vino, cuando en realidad él vació ambas copas. Pensándolo bien, no insistió realmente en que ella lo bebiera.

Sin embargo, la había atado y dejado en esa habitación. Fue él quien le dijo a Scarlett que Silco estaba detrás de todo, cuando claramente era Ava. ¿Por qué?

—No te voy a dejar ir tan fácilmente —la voz de Ava se volvió más melosa—. Y no puedes divorciarte de mí, a menos que yo lo diga.

¿En serio? ¿Él quería divorciarse de Ava? ¿De la mujer que había deseado toda su vida? Scarlett frunció el ceño, asimilando la conversación con dudas. Sebastián sabía que ella estaba despierta, pero Ava no. Menos razón para dudar de las palabras de Ava, pero de nuevo, si esa mujer estaba detrás de todo eso, simplemente podrían estar montando un espectáculo para sus oídos.

—¿No te preocupa que exponga tu plan contra Scarlett? —Le preguntó Sebastián a Ava—. ¿Si te niegas a pagarme?

—¿Por qué lo harías, cuando TÚ fuiste quien la drogó? No puedes culparme de nada sin meterte tú mismo en problemas. —Ava soltó una risita con voz inocente por costumbre.