Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 86

Perspectiva de Scarlett

"Sparrow me hizo prometer no lastimarte," Liam mira finalmente a Justin. "Quería morir frente a ti y manchar tu vida con mi sangre. Pero veo que no es necesario, ¿no? Si te derrumbas así, tu vida no es tan feliz como decías, ¿no?"

"¿Qué esperabas al elegir una serpiente sobre un ángel?"

Justin llora desconsolado, desplomándose una y otra vez.

Liam no le dice más nada. Cierra la ventana del coche policial, ignorándolo. Pero Justin se aferra al auto, como si eso reviviera el pasado.

No sé cuánto amó Justin a "su ángel", así que ni siquiera puedo comenzar a imaginar lo aterrador que debe ser enterarse de semejante confusión solo después de su muerte.

¿Sebastián lloraría por mí si lo supiera?

Es mejor que nunca lo sepa.

Al final, Sebastián se fue con Ava en su ambulancia. Me alegra que no haya tenido que echarlo de mi ambulancia. Bajo la mirada furiosa de Jack, mi ambulancia partió primero de aquel patio ruinoso. Me senté atrás, entre una enfermera y Adrián.

No sé cómo hablar con él. En ese momento de vida o muerte, él fue mi salvador. Fue natural aceptar su ayuda, refugiarme en sus brazos y disfrutar de su protección. Pero en realidad no lo conozco bien.

Le gusto, por alguna razón. Eso es obvio. Lo extraño es que sus sentimientos parecen más profundos de lo que deberían ser para alguien que acabo de conocer.

Debería hablar con él.

Pero la incomodidad me invade al pensarlo. [Oye, quizá me equivoque, pero creo que estás enamorado de mí, teniendo en cuenta la forma en que te arrojaste a salvarme.] Ensayo mentalmente las palabras y hasta me sudan las plantas de los pies.

"¿Estás bien?" De repente Adrián me pregunta , acercando su rostro atractivo hacia mí, como si leyera mis pensamientos.

"¡Sí, estoy bien!" Me quedo paralizada de pánico, rígida como una piedra, sintiendo que podría desmayarme en cualquier momento.

"Has tenido un shock y no has comido en horas," murmura más para sí mismo, tocando mi frente con el dorso de la mano. "Pero no deberías tener fiebre... ¿Podría ser?"

La última pregunta va dirigida a la enfermera. Me aplasto contra la pared de la ambulancia mientras discuten mi estado de salud. Me cuesta respirar.

La cama no es suave, pero mi cuerpo agotado se apaga al instante. Trato con todas mis fuerzas de mantener los ojos abiertos, pero no puedo ordenar los pensamientos de mi cabeza.

¿Cuándo surgieron sus sentimientos por mí? ¿Tras conocernos hace una semana? ¿Aceptó mi propuesta de la película por eso?

Decido concentrarme en mi bebé...

"¿Podrías traer los resultados cuando estén?" Intento agarrar su brazo, pero solo atrapo la solapa de su traje.

"Por supuesto," cubre mi mano con la suya, acariciándola. "No te preocupes."

"Puedes leerlos si quieres..." mi voz sonaba como si ya no tuviera más fuerzas para mantenerme despierta.

Él entenderá todo al ver el informe de mi embarazo.

Si el bebé cumple su trabajo, quizá no tengamos que tener esa conversación.