Esposa Pecadora romance Capítulo 1166

Los ojos sabios de Jeremy recorrieron el rostro de Fabián con frialdad. "Fabián, ¿sabes por qué me he convertido así?".

Cuando Fabián escuchó a Jeremy decir esto, se llenó de rencor.

Miró a Jeremy y notó su pelo gris lino y sus pupilas de color ámbar. En efecto, hubo un gran cambio en comparación con el Jeremy anterior.

Él no lo entendió del todo, pero entonces escuchó a Jeremy decir en un tono insatisfecho: "Es tu buena hermana Lana la que usó un tipo de veneno para convertirme en esto".

"¿Qué?". Fabián se sorprendió. "¿No le gustabas mucho? ¿Cómo pudo hacerte algo así?".

"Je", se burló Jeremy. "Ese tipo de mujer, ¿crees que realmente le gustaba? En este mundo, solo Linnie se preocupa por mí sinceramente".

"...". Fabián se quedó sin palabras por un momento. Se sintió aún más asqueado de que tuviera una hermana como Lana.

El ambiente en el coche quedó en un breve silencio. Después de un rato, Fabián no pudo quedarse quieto.

"Jeremy, ¿estás conduciendo en la dirección equivocada? ¿Por qué no has encontrado el coche?".

Jeremy no abrió la boca hasta un momento después. "Solo hay dos caminos para salir de aquel callejón, uno hacia la ciudad y el otro hacia las afueras. No creo que elija una carretera que esté congestionada durante esta hora pico".

A Fabián le pareció bastante razonable. Aun así, seguía pensando que Jeremy había cometido un error al no localizar el coche después de conducir durante tanto tiempo.

En ese momento, se escuchó un fuerte golpe no muy lejos.

"¡Mierda! No me digas que ese coche ha tenido un accidente". La fibra sensible de Fabián se tensó.

Jeremy pisó el acelerador bruscamente y aceleró hacia delante.

Después de avanzar un kilómetro y medio, vio que el coche negro había chocado contra un árbol a un lado de la carretera. Toda la parte delantera del coche estaba hundida.

El hombre delgado parecía haberse lesionado el pie, ya que se dirigió al asiento trasero con esfuerzo y sacó a Lillian.

"¡Date prisa y suelta a Lillian!", rugió Fabián mientras corría hacia ellos.

Jeremy detuvo el coche y lo siguió de cerca.

Jeremy se detuvo de repente al ver que Lillian se acercaba a él con expectación.

No.

De ninguna manera.

No podía darle esperanzas a esta niña solo para decepcionarla de nuevo.

Él solo podía ser insensible hasta el final para no agravar la pena de esta niña más tarde un día.

En el momento en que Jeremy se detuvo, Lillian también se detuvo.

Al ver que Lillian no se iba, el hombre delgado encendió de repente un mechero y lo lanzó hacia el coche que goteaba.

"¡Lillian!".