Esposa Pecadora romance Capítulo 1407

"Deja de mirar a esos hombres". La seductora voz con tono barítono del hombre llegó claramente a los oídos de Madeline.

Sintiendo los celos del hombre, Madeline alzó su mano para empujar la palma de Jeremy que obstruía su vista. Ella se dio la vuelta y se encontró con la encantadora y electrizante mirada del hombre con ojos alegres.

"¿Por qué no puedo mirar? Los ojos están hechos para admirar las bellezas del mundo", respondió Madeline inocentemente antes de darse la vuelta para seguir admirando la hermosa vista de la playa.

Jeremy se acercó a Madeline de forma dominante y puso su apuesto rostro frente a los ojos de Madeline, lo que le bloqueó su vista mientras su mirada recorría la playa.

"Me pondré celoso si sigues mirando, Linnie", recalcó el hombre seriamente.

Madeline estiró las comisuras de sus labios rosados de forma bonita para formar una rara sonrisa traviesa. "Perfecto. Me gustaría ver cómo es mi marido cuando está celoso".

"Creo que es mejor que no lo hagas". La expresión de Jeremy se volvió seria mientras una mirada fría que disuadía a los retadores se apoderaba de su rostro, aunque su mirada volvió a ser amable un momento después. "Te dejaré ver todo lo que quieras cuando volvamos al hotel esta noche si eso es lo que desea mi mujer, pero tus ojos solo pueden estar en mí ahora mismo".

Madeline lo encontró dulce y dejó de burlarse del egoísta.

"Bien, entonces solo miraré a mi marido". Ella esbozó una sonrisa con los ojos sonrientes y rodeó los hombros de Jeremy con sus manos antes de apoyarse íntimamente en su brazo.

Jeremy miró a la mujer que se apoyaba en él y una brillante sonrisa adornó sus atractivos rasgos.

Si pudiera, desearía que aquel momento fuera eterno. Él quería estar al lado de ella todos los días y hacerla feliz.

Todavía se acordaba de lo que dijo Madeline cuando volvió por primera vez para vengarse. Quería una vida tranquila y pacífica, pero nunca llegó a experimentarla a pesar de su larga espera.

'Lo único que quiero hacer ahora es cumplir tu simple y pequeño deseo', pensó el hombre antes de inclinarse para plantarle un beso en la frente de Madeline.

Madeline esbozó una ligera sonrisa y levantó la vista para encontrarse con los ojos brillantes del hombre. "Quiero hacer algo atrevido, Jeremy".

"¿Qué cosa atrevida?".

"Tenemos una piscina en nuestra habitación, cariño. Te enseñaré allá".

"...".

Por fin Madeline se dio cuenta de lo celoso que era este hombre tan egoísta.

No es que le disgustara, pues cuanto más egoísta era y más quisiera tenerla solo para él, más la amaba.

Ella había ido a pasar tiempo con este hombre y la voluntad mandona del hombre la llenaba de alegría.

Al ver que Madeline no rechazó su idea, Jeremy le dio la vuelta con una mano alrededor de ella. No esperaban que una joven pasara por delante de ellos justo cuando se dieron la vuelta.

Madeline terminó quitándole el sombrero a la mujer, el cual aterrizó justo al lado de los pies de Madeline.