Esposa Pecadora romance Capítulo 1666

Justo cuando ella estaba a punto de responder a la pregunta de Carter, se escucharon pasos rápidos fuera del estudio.

Enseguida, Camille entró al estudio con una expresión que parecía indicar que estaba apresurada. La expresión de Camille cambió notablemente al ver a Shirley, pero fue rápidamente sustituida por una sonrisa.

"¡Jenny, has regresado de verdad! Hace mucho tiempo que no te veía. Tengo mucho que contarte. Ven primero a mi habitación".

Shirley miró a Carter, quien asintió lentamente en respuesta. Ella luego se dio la vuelta y siguió a Camille.

En cuanto entró en la habitación de Camille, ésta la ordenó con un tono frío.

"Cierra la puerta". Shirley cerró la puerta obedientemente.

Sin embargo, tan pronto como la puerta se cerró, llegó la voz interrogativa de Camille, llena de desagrado. "Shirley, realmente eres tú. ¿Qué estás haciendo aquí?".

Shirley se quedó atónita por el repentino cambio de actitud. Ella pudo acordarse de que Camille la apreciaba mucho. Incluso pensó que ella la echaría de menos si no se veían en unos años. La actitud actual de Camille la desconcertó.

A pesar de ello, Shirley siguió esbozando una sonrisa. "Mamá", la llamó con el corazón acelerado.

"¡No me llames mamá! No soy tu madre", la interrumpió Camille, disgustada. "¿Qué haces aquí? No eres bienvenida aquí. Deberías marcharte por tu cuenta más tarde. No me hagas tener que echarte".

Camille se mostró firme, tratando a Shirley como si fuera una enemiga.

A primera vista, Shirley aparentaba ser una mujer fuerte y de sangre fría. Algunos podrían incluso decir que era agresiva y despiadada. Sin embargo, en ese lugar, en presencia de los Grays, no tenía ningún temperamento. Ella incluso parecía un poco humilde.

Como ella había estado en la Mansión Gray por todos estos años, ella por supuesto que sabía cómo era Camille. Sin duda había una razón detrás del trato que le daba a Shirley.

"Shirley, los Gray te han tratado bastante bien, ¿verdad? Yo te he tratado bien, ¿verdad? ¿Pero qué hay de ti? ¿Recuerdas el día en que estabas decidida a dejar esta familia?".

El día en que estaba decidida a dejar esta familia...

Él estaba disfrutando del aire cálido con una taza de té, ya fría, en sus manos. Él miró con indiferencia a Shirley, quien estaba de pie en el patio recibiendo de buena gana los golpes del viento y la nieve.

'Sin importar la impotencia o la lástima, Shirley, todo lo que haces es por tu deuda conmigo'.

Carter se dio la vuelta en silencio y no volvió a mirar a Shirley.

Mientras estaba sentado en su escritorio, su mirada se posó inconscientemente en la bola de cristal del tamaño de una manzana.

Los recuerdos inundaron la mente del hombre, pero él le puso fin a su recuerdo rápidamente.

Los recuerdos que él desesperadamente quería olvidar usando su propia hipnosis.

Pensando en ello, habían pasado casi ocho años...