Esposa Pecadora romance Capítulo 1831

La expresión de Camille se ensombreció al escuchar esas repentinas palabras.

Disgustada, levantó la vista y vio a la madre de Ada caminando arrogantemente hacia Shirley.

“Si no quieres que este incidente estalle, Shirley, sal de aquí ahora mismo. No creas que puedes convertirte en un miembro de esta familia solo porque estás embarazada de ese vil engendro en tu vientre”.

La madre de Ada entrecerró los ojos, dirigiendo su penetrante mirada a Shirley. “Te lo advierto. Si te atreves a robarle el marido a mi hija, no solo quedarás lisiada, ¡sino que todo tu cuerpo también quedará paralizado!”.

Shirley no se inmutó ante tan descarada intimidación.

¿Qué más podía temer a este punto?

Camille, sin embargo, intervino para defenderla antes de que Shirley pudiera hablar.

Camille miró a la madre de Ada con seriedad y le advirtió.

“Te sugiero que no actúes de forma irracional. La actitud de Carter fue evidente antes. Si le pasa algo a Shirley, Ada tampoco tendrá una vida cómoda”.

Naturalmente, la madre de Ada no se rindió. “Camille, ¿de qué estás hablando? Mi hija se ha casado y es la nuera oficial de la familia Gray. Ahora, esta mendiga apestosa acaba de aparecer embarazada del hijo de Carter y espera formar parte de esta familia. ¿Por qué debería mi hija ser sometida a un trato tan injusto?”.

“¿Tratamiento injusto?”.

Una aparente sonrisa apareció en el rostro de Camille.

“Ambas sabemos muy bien que Carter y Ada se casaron por beneficios mutuos. Fue un matrimonio de conveniencia. ¿No entiendes el significado de eso?”.

“Tú...”. Las palabras de Camille dejaron a la madre de Ada sin palabras.

Mientras la madre de Ada, que seguía negándose a retroceder, pensaba en qué decir, la voz de Camille volvió a sonar.

“¿Pensabas que tu hija habría podido formar parte de esta familia si yo no hubiera aceptado este matrimonio? Será mejor que comprendas bien la situación. Carter tiene muchas otras opciones. La familia Gray no necesita trabajar exclusivamente con la familia Logan”.

“...”.

Shirley decidió permanecer en silencio en ese momento, permitiendo obedientemente que la sirvienta la llevara al segundo piso.

Ada había estado escuchando la conversación en el segundo piso desde las escaleras. Había pensado que su madre tenía la sartén por el mango y le tomó desprevenida la réplica de Camille que hizo retroceder a su madre, quien no se atrevió a pronunciar otra palabra para refutar.

Ada se sintió inquieta al estar en una posición insegura.

Ella reflexionó durante un segundo antes de que una sonrisa apareciera en su rostro.

Podía no ser capaz de desafiar a Shirley directamente, pero podría utilizar un método alternativo.

Shirley fue acompañada a la habitación de invitados designada por Camille.

Shirley se había quedado poco tiempo en la villa de la familia Gray en Glendale. Por lo tanto, no podía estar segura de si era una coincidencia el hecho de que la habitación estuviera amueblada con un estilo que le gustaba, como si estuviera arreglada específicamente para ella.

Poco después de que Shirley entrara en la habitación, llegó el doctor Lane.