Esposa Pecadora romance Capítulo 2290

Esto era porque Daniel amaba a Ava.

Ava contuvo las lágrimas y se acercó a Daniel paso a paso. Su corazón latía con más entusiasmo y desenfreno a cada paso que se acercaba a él.

Ella miró su apuesto y pálido rostro bajo las luces del hospital. Aunque ella había perdido mucho peso, la mirada dulce de sus ojos seguía siendo la misma.

Él también la miraba, y aunque no hablaba, seguía siendo capaz de afectar los latidos de su corazón.

Ava no podía expresar la alegría y la emoción que sentía en su corazón. “Danny”. Ava finalmente pronunció el nombre de Daniel, con la voz ligeramente temblorosa. “Danny, es increíble que finalmente hayas despertado”.

Ava se inclinó y apretó con fuerza la mano de Daniel.

Este apretón pareció sorprender mucho a Daniel. Incluso retiró la mano por reflejo en el momento en que Ava la apretó con fuerza.

Ava se quedó perpleja por la acción de Daniel, y también lo hizo Madeline, así como también los padres de Daniel y Naya.

Daniel claramente actuaba distante con Ava.

Sin embargo, ¿cómo era eso posible?

“¿Danny?”. Ava miró a Daniel sin entender, sintiendo un escalofrío en su corazón. “Danny, ¿qué sucede?”.

Daniel frunció ligeramente el ceño, pero sus ojos se mantuvieron puros y claros. Miró a Ava con dudas en sus ojos. “¿Nos conocemos?”.

“...”.

“...”.

La pregunta retórica de Daniel, sin duda, sorprendió a todos en la sala.

Sin embargo, Raegan, quien estaba de pie en la puerta de la sala, suspiró con impotencia.

Habían pasado dos días y Ava aún no podía aceptar la amnesia de Daniel. Sin embargo, no tenía más remedio que afrontarla.

Sentada en el banco de la planta baja del hospital, Ava parecía no sentir nada cuando las ráfagas de viento frío soplaban a su alrededor.

Madeline se sentó a su lado, sin saber qué más decir que palabras de consuelo.

“Ava, la amnesia de Dan es solo temporal. Cuando su cuerpo se recupere por completo, lo recordará todo progresivamente. No seas demasiado pesimista”.

Tras escuchar en silencio las palabras reconfortantes de Madeline, Ava suspiró de repente y sonrió. “No estoy siendo pesimista. He pasado por muchas dificultades. Mientras Danny esté sano y salvo, será suficiente”.

“Es bueno que pienses así”. Madeline suspiró aliviada también. “Vayamos a visitar a Dan ahora y dejemos que nos vuelva a conocer”.

“Está bien”. Ava esbozó una sonrisa optimista y siguió a Madeline de vuelta a la sala, solo para ver que alguien estaba un paso por delante de ella.